Con el número 15 a la espalda ("el 5 es el favorito de mi mujer, pero ya estaba ocupado", explicaba) y con una sonrisa de oreja a oreja, Jamar Smith fue presentado como nuevo jugador del Unicaja. El escolta norteamericano, que llegó el viernes, transmitió ilusión y dijo estar en el lugar que deseaba para crecer como jugador.
"Siempre quise jugar aquí desde que supe que el Unicaja me q uería. Mi propósito es jugar cada vez jugar en un club mejor, en el más alto nivel. Sé la historia del club y sé que es un paso muy importante en la carrera. Tomé la decisión porque me gustaba cómo jugaba el Unicaja, la filosofía, tras los dos partidos que jugué contra este equipo. Me sentía que era el sitio en el que podía triunfar, sabía que era un lugar que se adaptaba bien a mis cualidades", explicaba Jamar Smith, que se define como "un jugador de mucha energía, que puede cambiar el tempo del partido. Soy un gran tirador, juego duro en defensa, soy un buen compañero e intento hacer lo mejor para el equipo en cualquier situación".
Smith tuvo palabras para Edwin Jackson, al que conoce de jugar en la Liga de Francia ("es muy polivalente, puede hacer de todo", decía), explicó que el recibimiento ha sido muy bueno y que pudo cenar el viernes gracias a las indicaciones de los twitteros cajistas, dice que está presto para jugar de base si el coach así lo requiere y que aún debe hablar con él largo y tendido sobre su rol la nueva temporada, que sólo dialogó con él antes de firmar.