El Unicaja ha enloquecido

Otra derrota, esta en la cancha del Morabanc Andorra (82-79), en un final absurdo, en un partido difícil de comprender. El Unicaja ha entrado en una fase de juego histérico, indescifrable, loco. No hay quien lo reconozca, porque ya ha demostrado que es capaz de hacer un juego soberbio y de ganar al cualquiera. Quizás ese es el problema, que es una moneda al aire.

El arranque, con 5-0 para Andorra, los despistes y algún ademán más, hizo pensar en el peor Unicaja. Sin embargo pronto comenzó a carburar. Richard Hendrix, por fin, apareció en ACB. El partido se convirtió en un Shermanidi-Hendrix que terminó favoreciendo a los malagueños, que además del buen hacer del pívot encontraron oro en las esquinas del Morabanc para machacarlo a triples.
Peor emergió Clark para reducir la ventaja al final del primer cuarto (16-22) y para sostener a su equipo en pleno despegue cajista (23-26). Sin embargo, un arreón malacitano (0-7) sirvió para situar la máxima en el marcador (23-33). Peñarroya pidió tiempo y su equipo mejoró algo en defensa, consiguiendo recortar la diferencia a cinco para irse al descanso con mejores sensaciones (33-38).
Y el tercer cuarto siguió confirmando que la tónica era favorable al Morabanc. Mucho más metido en el partido que el Unicaja, consiguió ganar el cuarto otra vez y reducir la ventaja del Unicaja a dos puntos (55-57) y empezar el último cuarto logrando una ventaja con un triple de Schreiner (58-57). Luego llegó una técnica a Nedovic por protestar y el propio Schreiner puso el 59-57.
Por supuesto, el último cuarto sirvió para confirmar que el Unicaja estaba absolutamente desnortado. Entre unos y otros se acumulaban los despropósitos y encima el Andorra se iba creciendo, con Stojanovski desatado. Pero aun así llegó con algo de vida el conjunto de Plaza al final y consiguió meterse en el partido en el minuto final. Nedovic redujo la desventaja del 79-72 a 79-75, luego Stojanovski falló un tiro libre y Nedovic anotó los dos que tuvo. 80-77 y Sada se come un saque de fondo por cinco segundos.
Lo tenía ahí el Unicaja para, al menos, forzar la prórroga. Pero gestionó de pena la jugada ya desde el mismo saque. Al menos tuvo la fortuna de sacar un falta a Thomas que puso el 80-79. Lógicamente se hizo una falta rápida. Navarro cumplió con sus dos tiros libres. Pero aun así, con 82-79, al imprevisible Nedovic se le fue y lanzó un triple absurdo desde su casa. Cuarta derrota en ACB, tercera consecutiva.