El comienzo de partido del Unicaja-Maccabi estuvo precedido por una monumental bronca para el Devotion y para Jordi Bertomeu, presidente de la Euroliga. La decisión de dejar fuera al Unicaja de los planes futuros ha larvado una situación tensa.
La afición cajista rodeó de pancartas la grada. "Málaga is basketball", en inglés para que lo entendieran en todo el continente. "Bertomeu, cortijero", "Málaga es de Euroliga" y "Todo suma" eran algunas de las leyendas que se podían observar en las gradas del Palacio, con más de 9.000 espectadores. Además, se prepararon billetes con la cara del mandamás de la competición, que ha despreciado los 15 años, con 10 presencias seguidas en el Top 16, del club malagueño. Su afición mostró su descontento.