El Unicaja abusa de un muerto (94-55)

Quizás no habría que echar mano de la calculadora y abusar de un rival menor pensando en la Copa del Rey si el Unicaja hubiese hecho sus deberes a tiempo. Pero como los malos estudiantes, aprieta a última hora. Así llegó un triunfo cómodo, arrasando al Gipuzkoa Basket por 94-55.

Los primeros minutos del partido resultaron, permitan la licencia, soporíferos. El Unicaja jugando a pocas revoluciones e intercambiando canastas con el actual peor equipo de la ACB. Hasta el 10-9, básicamente. Después al chico de Baltimore le dio por meter triples y se llevó a Nelson y Díez con él. 22-14 y el inicio de una tendencia.
Llegó el segundo parcial y casi calcó la puntuación: 21-13 para un 43-27 al descanso. Empezaba a oler a pachanga. Nadie era más que nadie en el Unicaja, que repartía la anotación. Aunque el momento del despegue final llegó con 34-20, donde se señaló una técnica en un tiempo muerto a Grimau. En un abrir y cerrar de ojos se pasó al 39-20.
Unicaja se estaba gustando sin pisar el acelerador, poniendo ya más de 20 puntos de por medio. Pero con 53-29 el equipo tonteó y el conjunto vasco pidió respeto bajando el tanteador hasta el 55-38. Ahí un par de voces y malas caras de Plaza ayudaron a retomar el pulso anterior (65-40) a falta de menos de un minuto tras enganchar Nelson una penetración y un triple.
El último parcial iba a ser testimonial. Ninguna tensión en un Carpena que estaba relajado y que sólo andaba atento a celebrar acciones de alta estética. El parcial entre el final de un cuarto y el arranque del otro se fue a 28-3 y la ventaja era ya un escandalo: ¡40 puntos! Un 86-46 de locura en el fortín malacitano. Y hasta el último segundo el equipo luchó por aplastar a un rival absolutamente muerto. 94-55.