El Banvit saca de Europa a un Bilbao Basket demasiado fallón (73-65)

Era toda una final. Solo un equipo podía acompañar al Bayern de Munich al 'Last 16' de la Eurocup y desgraciadamente fue el Banvit Bandirma, que superó al Dominion Bilbao Basket por (73-65) este miércoles en cancha turca, logrando así el pase a los octavos de final y obligando, por contra, a decir adiós a Europa al equipo de Sito Alonso.

Igual influyó el cansancio de un viaje muy complicado, pero el desastre en los triples (10/35) y la ausencia de juego interior impidieron hacer frente a un rival que fue en la mayor parte del tiempo por delante, liderado por Fortson (24 puntos) y por Johnson (18). Por parte vizcaína el mejor fue Bogris (12-10-4) en una tarde desacertada de sus principales espadas.
La 'bombonera' de Bandirma
Saltaron los 'MIB', con Borja Mendía en el quinteto titular, con pinta de encogidos en el pequeño pero flamígero Banvit Kara Ali Acar Sport Hall. Y es que aquello rugía como una leonera en ayunas cuando Vidmar firmaba la primera canasta con un sencillo mate. Encima Fortson subió la temperatura del recinto soltandole un codazo a Mumbrú así en plan advertencia de que la tarde venía dura.   Tres minutos y medio tardó Hannah en hacer los primeros puntos vascos, el aro se veía diminuto, ya que la tensión del encuentro se palpaba en cada jugada, en cada gesto. Los turcos dieron el primer estirón, 9-3, en medio de un carrusel de tiros fallados y de balones rifados, además el base vizcaíno se metía en problemas de faltas.
Vivos pese a no dar una...  Había serias carencias de tiro y de rebote, por lo que Sito pronto tiraba de Raül, de Ruoff y de Alex Suárez logrando poner el empate a 14 en el marcador. Sin embargo el 2/9 en triples no daba mucho margen, cerrándose el primer cuarto con otra escapada turca para un 19-14; ampliado luego con dos bombas de Dominique Johnson, que encendían las alarmas con un peligroso 25-14 en el que Bertans y Mumbrú ni habían anotado aún.  No funcionaba ni la defensa ni el ataque, entrando Tobias Borg a la pista cuando la cosa estaba ya 12 abajo en tan solo 13 minutos de juego. Se había encajado un parcial de 12-0 que ponía los pelos de punta hasta que fue cortado por Axel Hervelle. Fue el toque necesario para la reacción, con un parcial de 0-9 que bajaba la diferencia a escasamente 3 puntos. El palo es que se paró ahí la correa. Otra flojera defensiva permititó a los locales irse al descanso con 34-27. Feo, pero muy entendible con un 4/18 en tiros de tres puntos. Muchos de ellos encima es que no tocaron ni el aro.
Resurrección en el tercer cuarto 
La mejor noticia era que el DBB estaba vivo pese a jugar una primera parte nefasta con casi todo su roster en valoración negativa. Un parcial de 0-5 abría el tercer cuarto volviendo a apretar el choque, poniendo Alex Suárez el 38-37 en el luminoso. Había que volver a empezar, pero costaba. De ahí se pasó al 48-39 con un Fortson lanzado, con sus 17 puntos, que tapaba los pobres 2 del temido Adrien Moerman.
Pero ahí llegó la luz. Bertans, salió de su socavón, por lo que los de Sito Alonso, guiados por el gladiador Bogris (siempre demasiado solo dentro), pudieron minimizar daños, volver a recortar e incluso irse 2 arriba al final del tercer acto con un triple de Ruoff que suponía vencer esos 10 minutos por 16-25 tras un parcial de 0-11 en los últimos 3.
Final a cara o cruz
Hannah dio una ventaja de 3 puntos a 8'30 del final. Tan escueta que pronto el Banvit mandaba por 2 pese a los errorres del leñero de Vidmar desde el tiro libre. Aquella era una batalla, codos incluidos, con un 57-57 en todo lo alto y 3'30 por delante. Había muchas esperanzas... pero poco acierto. Moerman fue el primero en lucir muñeca dando un colchón de 7 puntos a los otomanos que vieron el cielo abierto.
Los triples, calavera de la noche, habían vuelto a abandonar a los MIB que solo contaban con 1'58 para hacer el milagro. Fue imposible, los tiros no entraron tampoco. Con lo que tocó asistir al festejo local y decir adiós a una competición que se ha perdido en Bilbao, donde el equipo ha estado poco fino en general. Y es por eso que la primera derrota fuera de Bizkaia te pone en la calle.