El Unicaja hace el chufla en Turquía (78-55)

El Unicaja fue a Turquía a dar pena. Y la pena fue tal que empezó a tornar en comedia de situación. Porque Joan Plaza y sus jugadores hicieron el chufla en la cancha de un Darussafaka que sin esforzarse ganó 78-55. Ese Top-8 al que se apuntaba ya es una quimera. Pero eso es lo de menos, es que un conjunto que viene de diez días de reflexión tras un fracaso como el de la Copa, no tiene amor propio ni para competir un partido. Y lo peor es que parecía que habia tocado fondo y no es así.

Fue esperanzador ver al Unicaja empezando el partido con algo de intensidad y con Kuzminskas inspirado (nueve puntos y una asistencia) en dicho arranque. Yagmur oponía resistencia haciendo los siete primeros puntos de un Darussafaka que no daba nada de miedo. Además, Plaza dio entrada a Hendrix y el juego malacitano mejoró, a pesar de irse con 19-16 al primer parón.
Sin embargo, el segundo cuarto fue un desastre, precisamente desde que el propio Hendrix se sentó (con 22-20). El Unicaja estuvo negado de cara al aro y se fue con un 1/10 en triples al descanso. Cuatro puntos en más de seis minutos para los hombres de Plaza, que por fortuna tenían enfrente un rival que tampoco andaba muy inspirado. Eso sí, consiguió irse con nueve de ventaja (37-28).
Mucho tenían que cambiar las cosas en un Unicaja que parecía exactamente el mismo equipo que se fue al parón de Copa pero sin Copa. En el tercer cuarto la cosa empeoró. Mala dirección, baja concentración y escasas soluciones. Fran sujetó un poco a los suyos y aun así se sentó a falta de 3'40'' con 51-40 en el marcador. Y justo en ese momento Kuzminskas se sacó un triple de la manga (51-43).
Y tras ese amago de mucho se pasó a un atracón de nada. Se pusó Jackson en plan estrella y tiró un triple forzado sin sentido y encima concedió un 2+1 a la contra. El naufragio parecía ya imparable. 59-45 al final del tercer parcial.
Pues todavía quedaba por ver al Unicaja desangrarse y comenzar a transformarse en una versión tragicómica de sí mismo. 66-49 después de más de cinco minutos de cuarto y Plaza sin saber qué hacer, falto de ideas y de trascendencia en el partido. Curioso que los únicos jugadores que anotaban algo en el Unicaja (Kuzminskas y Fran) siguiesen en el banquillo viendo tal desastre. El desenlace fue terrible, 78-55 ante un rival que es inferior a ti (o no superior) a pesar de su talonario... Qué manera de dejarse llevar...