El Movistar Estudiantes llega a Vitoria con el claro objetivo de "crecer" en su juego y en su defensa para cuando lleguen sus partidos decisivos, aunque sin despreciar ninguna de las oportunidades que se le presenten para conseguir la victoria ante el Laboral Kutxa.El parón de la Copa del Rey ha venido bien al equipo colegial y a su nuevo entrenador, Sergio Valdeolmillos, para descansar primero y para trabajar en el aspecto defensivo del equipo con el margen suficiente de tiempo para que los conceptos queden grabados en los jugadores.
El mensaje de Valdeolmillos fue claro al afirmar que "independientemente del resultado, es un partido para crecer", para comprobar que el trabajo que se está realizando atrás, serán pasos adelante en el rendimiento del equipo.
A la espera de que el club consiga el pívot y el alero anotador que solicitó el técnico, Estudiantes llega agazapado a Vitoria pero dispuesto a saltar a la menor oportunidad que le conceda el rival.
Sin bajas entre los jugadores madrileños, a los que el descanso han venido bien para recuperar esas pequeñas lesiones que todos los equipos tienen a estas alturas de temporada, Valdeolmillos espera que las sensaciones de mejora que percibe en los entrenamientos se reflejen en la pista en partido oficial.
El histórico de enfrentamientos, 31-17 para los de Vitoria, no favorece a los colegiales, acostumbrados a luchar contracorriente en la mayoría de los casos.
A dos victorias de los puestos de salvación, el Estudiantes es consciente de que debe ser paciente y tranquilo, tenaz y luchador y, sobre todo, inasequible al desaliento si quiere conseguir su objetivo.