Pocos minutos antes del inicio del Unicaja-Panathinaikos el Carpena era un desierto. Según datos de la Euroliga, 5.469 aficionados acudiero al partido. Una cifra muy exigua para el nivel del envite. Más allá de la asistencia, el Carpena está harta de la trayectoria de un Unicaja a cuya crisis no ve final. El divorcio entre afición y equipo está más patente que nunca.
Lo que hace pocos meses era una comunión irrompible ahora se ha convertido en una relación muy deteriorada. Ya no le duelen prendas a la afición cajista despedir al Unicaja entre pitos. Lo hizo tras el encuentro ante el Panathinaikos y lo hizo el pasado domingo ante el UCAM Murcia.
Ya hay seguidores que señalan a Joan Plaza abiertamente. No hay una corriente mayoritaria contra el técnico catalán, pero se vio una pancarta en el Carpena que rezaba "Plaza dimisión" durante el partido contra los griegos. Hubo pitos contra Edwin Jackson, una de las decepciones de la temporada. El Carpena se harta y no hay reconciliación a la vista.