Vitoria no es una broma

El Unicaja no puede andarse ya con tonterías. La derrota ante el Estrella Roja no escuece tanto por el resultado como porque siginifica que el equipo regresa al camino oscuro. Y en la ACB no puede permitirse titubeos. El margen de error es estrecho y no tiene buen average particular con sus rivales más inmediatos. Así que se planta en Vitoria con la (casi) obligatoriedad de ganar (Teledeporte, 17:30 horas).

Lo que ocurre es que posiblemente sea una de las canchas más complicadas de Europa. Baskonia ha jugado 22 encuentros oficiales en el Buesa Arena en el presente curso y solamente ha caído en dos ocasiones. Una sorprendente ante Iberostar Tenerife y otra en la Euroliga contra Olympiacos. Menudo hueso para un Unicaja que ya se dejó vencer por el conjunto vasco en casa cuando todavía no había amanecido la crisis.
Por supuesto será fundamental el trabajo de los pívots cajistas porque enfrente tendrán a Bourousis, el jugador más valorado de la competición y uno de los más determinantes. Esa tarea se la repartirán Jack Cooley, que ante el Estrella Roja volvió a hacer buenos números (11 puntos y 6 rebotes en poco más de 21 minutos), y Fran Vázquez, que podría coger a Romay como máximo taponador de la historia de la ACB. 
El Unicaja está echando mucho de menos a Markovic, pero más aún están echando de menos a los que están. Especialmente destaca el bajón de Mindaugas Kuzminskas, ya no sólo en una cuestión meramente matemática, también de liderazgo. Aunque ese vacío y esa inconstancia es aplicable a medio equipo. Jackson, Nedovic, Vázquez... Aun así, con la clasificación tan ajustada, los malagueños tienen que dar un paso al frente.