Un increíble triple de Joan Sastre en el último segundo de la fase regular afeó una irregular temporada al Dominion Bilbao Basket y castigó de la manera más cruel posible a un equipo bipolar capaz de lo mejor y de lo peor, no solo en distintas fases del curso sino a lo largo de un mismo partido.La segunda campaña de Sito Alonso en el banquillo bilbaíno terminó con una mezcla de rabia y amargura por ese tremendo varapalo que sobrevoló la emocionante despedida tributada por Miribilla al 'mago' Raúl López y convirtió la jornada en una de las más tristes y duras de la historia del club a nivel deportivo.
El técnico admitió poco después que "las cosas no pasan por casualidad" y que la explicación al decepcionante final de campaña no está en ese misil lanzado por el jugador del CAI Zaragoza, sino en las oportunidades desaprovechadas por los 'hombres de negro' para haber certificado antes su presencia en las series por el título.
Antes de ese inesperado desenlace, el Bilbao Basket había cumplido sus objetivos a pesar de un año muy complicado por los problemas físicos que han azotado a su plantilla, sobre todo en la primera vuelta, y factores externos como la salida a primeros de diciembre de un jugador clave hasta ese momento como Shawn James.
La marcha del estadounidense al Olympiacos, que poco después cortó al pívot americano, fue el primer gran revés al que el equipo vasco se sobrepuso apoyado en la figura de un excelso Alex Mumbrú que, a sus 36 años, ha ejercido una vez más como líder y capitán dentro y fuera de la cancha.
El alero catalán ha cuajado una enorme temporada. Segundo máximo anotador de la ACB, elegido en el quinteto ideal y reconocido con el premio a los valores de la liga, Mumbrú ha tirado del carro bilbaíno en los momentos más delicados liderando un núcleo duro debilitado este año por los problemas físicos de Axel Hervelle y Raúl López.
El Bilbao Basket vivió su mejor momento de la temporada en febrero. Tras quedarse fuera de los octavos de final de la Eurocup en Turquía en un cara o cruz con el Banvit, el equipo de Sito Alonso firmó su mayor gesta de la temporada en la Copa del Rey.
El conjunto vizcaíno se clasificó para la cita de A Coruña rematando de manera brillante la primera vuelta con tres triunfos consecutivos y firmó en el Coliseum la primera gran sorpresa de la competición eliminando en los cuartos de final al FC Barcelona.
La semifinal frente al Gran Canaria condensó en cuarenta minutos esa doble personalidad mostrada por los de Alonso esta temporada.
Tras dominar por 19 puntos al Herbalife Gran Canaria ya en el tercer cuarto una de sus este año habituales desconexiones provocó que, como ayer el 'play off', se le escurriera entre los dedos su primera final copera.
De ahí hasta el final de curso, el Bilbao Basket estabilizó su situación en Miribilla, donde hasta ayer había ganado cinco de sus seis últimos partidos, pero se mostró muy vulnerable como visitante y acabó pagándolo muy caro.
Las dos últimas derrotas lejos de Bilbao, en Santiago y Tenerife en sendos partidos que tuvo en su mano, le llevaron a depender de una triple carambola en la última jornada, que cuando parecía que iba a cumplirse se esfumó cruelmente sobre la bocina.