No se sabe si se rompió el amor de tanto usarlo, que decía la canción, pero lo cierto es que el aparentemente inquebrantable matrimonio entre el Dominion Bilbao Basket y el técnico Sito Alonso, se ha ido al garete y no de la mejor forma posible. Es lo que tienen los divorcios unilaterales, que siempre dejan heridas que tardarán en cicatrizar.
El coach madrileño/maño había dejado caer desde hace más de un mes en algunos círculos que no estaba por la labor de cumplir su contrato, firmado hasta el año 2020, ya que no estaba a gusto con algunas circunstancias del club. Disgusto acompañado además por cantos de sirena procedentes de equipos de Euroliga, casualmente.
A la espera de oficializar la ruptura y de saber hasta que punto la junta directiva de Xabier Jon Davalillo ha sido generosa bajando el listón puesto para poder romper el acuerdo con una indemnización, todo indica que el futuro de Alonso pasa por el Laboral Kutxa Baskonia gasteiztarra, y el de los Hombres de negro por la llegada de Carles Duran, antiguo ayudante de Sito en el Joventut de Badalona.
Cuanto antes se escenifique todo mejor, ya que la entidad de Miribilla, que volverá a disputar la Eurocup, necesita empezar a firmar jugadores y a crear una nueva plantilla.