La impresión fue menor porque Joan Plaza ya se había dejado ver este verano sin la barba, pero chocó ver al técnico del Unicaja sin su protección capilar. Él mismo explicó las razones del rasurado. Se mostró más accesible y agradable en las casi dos horas de encuentro con los medios de comunicación. De algún modo, quiso trasmitir "buenrollismo". Habrá que ver cómo evoluciona durante la temporada.
"No quiero corazas, quiero ser yo. Si alguna vez he asustado a la gente con la barba no lo quiero hacer", se explicó el entrenador cajista: "Pretendo tomarme las cosas con más tranquilidad, pero no con menos deseo, sino con la misma ambición que siempre". Incluso bromeaba sobre la vigencia de la barba. "Me dejé la barba en un momento donde nadie tenía y ahora todo el mundo es "hipster" (risas). Quiero ser yo, estar tranquilo, hacer una buena temporada. Hasta unos amigos de mis padres les dijero que me habían visto más amable. ¡Y no hablé con ellos!. También mis sobrinos están ahora más receptivos", decía divertido el técnico cajista.