El Zaragoza es un coco para el Unicaja. Aunque cambien caras, parece ya algo psicológico. Aunque el monstruo que duerme bajo la cama del equipo verde no es maño. Es el propio Unicaja, que tiene una tendencia autodestructiva que asusta. Repite errores del pasado con rostros recién estrenados. Poca alma, salvo la que ponen Suárez y Alberto Díaz. Un más de lo mismo.
La presentación al más puro estilo NBA no trajo consigo un espectáculo a la altura. Mejor, mucho mejor, la puesta en escena del equipo en su estreno en casa que la meramente deportiva. 34-30 al descanso y un ritmo nada frenético entre dos equipos que se tomaban la medida como buenamente podían, pero lejos de sus respectivos potenciales.
En el primer parcial el Unicaja buscó y mucho a Musli, que no anduvo mal y firmó 8 puntos y 4 rebotes en menos de seis minutos en la cancha. Tampoco los árbitros colaboraron con el show, siendo excesivamente rigurosos con las faltas. Que se lo digan a Jamar Smith, que en dos minutos se tuvo que sentar en el banquillo con dos personales.
El 17-11 final podía ser hasta lógico teniendo en cuenta las alturas de la temporada en las que andamos. Pero el segundo siguió por los mismos derroteros. Comenzó fuerte Zaragoza -qué complicado no llamarle CAI- con Holt y Genevicius entonados. La réplica la puso Smith, que se sacó la espinita del primer parcial con siete puntos consecutivos.
Con todo, el 34-30 daba la victoria parcial a los maños, que estaban más que metidos en el partido. De estas veces que te da la sensación de que pese a todo estás donde quiere el rival y no donde quieres tú. El tercer cuarto dejó ver al Unicaja más blandito, encarnado en la figura de un Dejan Musli capaz de recibir varios tapones en la misma acción cerquita del aro.
53-52 para llegar los últimos diez minutos, donde Zaragoza terminó de dar la puntilla al conjunto malagueño. Empezó Fatu, comiéndose él solo al Unicaja con 9 puntos seguidos y que empezó a poner a su equipo por delante. Luego fue Benzing el que terminó de romper a los de Plaza. Cómo no estaría la cosa que el catalán tuvo que poner a Suárez de tres para defenderle, pero ya era tarde. Además, con una técnica final de Anna Cardús a Nedovic el tanteador fue más sonrojante aún (71-80).
El Unicaja pierde su segundo partido consecutivo en las dos jornadas que se llevan de Liga Endesa. Lo peor es que encima deja un regusto a equipo con muchas carencias y que lo pasará mal si no cambia el chip, tanto competitivo como de roles.
empiezo a sentir verguenza agena por culpa de joan plaza...
¿Alguién esperaba otra cosa, con el iluminado Plaza a los mandos?