El pasado 7 de febrero, Jamar Smith realizaba con sus compañeros del Unicaja el calentamiento en el Santiago Martín de Tenerife. En el clásico peloteo antes del encuentro, Smith pisó un balón suelto, con tan mala fortuna que se rompió los ligamentos del tobillo derecho. Debió retirarse en camilla y fue trasladado a Málaga con el equipo.
La lesión de Smith, justo cuando empezaba a carburar y era el máximo anotador del equipo en la Liga Endesa con un gran 48% en triples, le llevó a estar tres meses de ausencia. Regresó para los últimos partidos de la temporada regular, pero no consiguió ponerse a su mejor tono. Pese a ello, Plaza siguió apostando por Smith para esta temporada. Sigue pensando que puede ser un jugador determinante. De hecho, en las tres últimas victorias del Unicaja ha promediado 15.6 puntos.
Smith, pues, volverá este domingo al lugar del crimen, donde se lesionó y casi se arruinó la segunda parte de la temporada. Seguro que los fantasmas desaparecerán pronto.