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Campazzo agrava el socavón del RETAbet Bilbao Basket (97-71)

ElDesmarque

Doctor, llevo toda la semana con depre, ¿qué se puede hacer?... El UCAM Murcia y el RETAbet Bilbao Basket se han visto las caras este sábado en el Palacio Municipal de Deportes pimentonero. Los MIB querían remontar el vuelo en Liga Endesa, en una cancha no propicia, después de despedirse de la Eurocup con un fuerte varapalo ante el Khimki en Moscú. Los de Carles Durán, mosqueadísimo al acabar, deben aferrarse a la Liga, donde buscan meterse en la Copa del Rey, pero primero deben reencontrase a sí mismos y salir del socavón, porque últimamente parecen zombies. Campazzo, con 24 puntos y 36 de valoración se ha aprovechado para pasarlo de cine.

No es la de Murcia una visita a la que tiene especial aprecio el BB, ya que solo la ganó en tres de las diez veces que ha bajado por allí, tampoco se ha dado el palizón del pasado curso, 'sólo' ha perdido (97-71), pero la imagen es preocupante. Al equipo se le ve triste, con poca convicción, doliente, y la copa de Gasteiz se está poniendo carísima. Los Hombres de Negro se ponen ya 6/6 tras haber empezado 4/0 la competición, y parecen echar de menos el liderazgo de pesos pesados como Mumbrú y Hervelle.
El inicio del encuentro hizo presagiar una lluvia de puntos... en contra, claro. Infalibles en los triples, los murcianos mandaban 13-6 anotando en todos sus ataques, con Facundo Campazzo haciendo honor al apellido, campando a sus anchas, sobre todo merced a la ausencia en la zona de un Michael Eric que tardó unos minutos en entrar a la pista. Los de Óscar Quintana, amarrados a Antelo y con 5 asistencias del argentino, se fueron pronto al 24-11 ante unos MIB atascados en ataque. Sin usar el juego interior, sin acierto en el tiro y con varias pérdidas, enseguida perdían por 14 para desesperación de Carles Duran.
Tan solo cuando se empezó a leer mejor el partido, es decir, a buscar a Eric el marcador pasaba a recortarse; pero eso no sirve si no se defiende lo necesario como para evitar el 31-20 con el que finalizó el primer cuarto. Un coladero en defensa, vamos. El siguiente pareció que se empezaba mejor, con un parcial de 0-6 liderado por Álex Mumbrú, tal vez antes fallón por pensar demasiado en su posible triple 800. Pero fue un espejismo. En nada se estaba de nuevo 13 abajo con Buva regalando faltas de tiro por doquier, e incluso en una máxima desventaja de -18 tras una pérdida de Mumbrú.
Vaya calamidad de primer tiempo, doblados en rebotes (20-10) y encajando 8/14 triples, cerrado con un 49-37 delatador de la empanada vasca, y no, no hablamos de gastronomía. La pájara era tan preocupante que en el segundo tiempo vimos hasta un tapón del pequeñin Campazzo, para morirse. En el tercer cuarto se estabilizaba el juego, los ataques florecían, pero la distancia no menguaba, siempre era grande, incluso el Facu volvía a poner 17 arriba a los colorados con el décimo triple de los suyos. Era un suplicio ver el partido después del triste papel realizado en la capital rusa.
La verguenza torera de Bamforth, Buva y Micheal Eric era la que mantenía las mínimas constantes vitales bilbaínas, aún sin acierto el nigeriano peleaba, pero la difrencia de 16 rebotes cazados hizo que se llegara en el último acto, cerca ya del final, a +28, camino del sonrojo. El resultado final ya daba igual, la imagen era bastante peor. Hay que levantar esto. El equipo sufre pero la afición ni les cuento.
Estadística del partido.

17 de diciembre de 2016

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