El exjugador de baloncesto estadounidense Aulcie Perry, que hizo historia en el Maccabi Tel Aviv en los setenta y ochenta ganando dos Copas de Europa, aseguró a EFE que si el conjunto israelí quiere "parar" al base del Real Madrid Sergio Llull en el partido de hoy tendrá que hacer "un trabajo en equipo".Miguel Ángel Moreno
El que fuera pívot del conjunto macabeo durante finales de los setenta y primeros ochenta, para después adquirir la ciudadanía israelí, acudió a Madrid para asistir al encuentro que este viernes medirá a ambos conjuntos.
Perry (New Jersey, Estados Unidos, 1950), conversó con EFE sobre la situación actual del Maccabi -en una campaña complicada en la que el letón Ainars Bagatskis es el tercer entrenador del curso-, sus pensamientos respecto al partido de esta noche y sus recuerdos sobre las ediciones anteriores de estos encuentros, clásicos en Europa con 53 duelos anteriores, dos de ellos decidiendo títulos, en 1980 y 2014.
"El Maccabi está bastante débil esta temporada, con tres entrenadores, pero creo que Bagatskis va a ser el que consiga devolvernos al buen camino. Esta noche contra el Real Madrid será un partido muy duro. No espero que ganemos, aunque me gustaría que lo hiciéramos. Espero que tengamos un buen partido para comenzar a construir un equipo campeón", apuntó el exjugador.
Perry espera que su compatriota base Andrew Goudelock, el mejor anotador del Maccabi (16,1 puntos por partido en esta temporada de la Euroliga), sea el mejor del partido de hoy, ya que es "un gran tirador" que puede anotar "casi en cualquier ángulo". También apuntó a los interiores Sonny Weems y Quincy Miller, este último recién recuperado de una lesión.
El exjugador macabeo reconoce que para frenar al español Sergio Llull, que acredita 18,4 puntos y 5,9 asistencias en cada encuentro de la Euroliga esta temporada, tendrán que aplicar una buena defensa colectiva.
"Parar a Llull tiene que ser un trabajo en equipo, con trabajo constante, cambios, ponerle presión... No podemos dejarle libre hay que ponerle presión todo el rato y que tenga un hombre siempre encima, porque su tiro es increíble", apuntó Perry.
El pívot también mostró su admiración por el estadounidense Anthony Randolph, firmado este verano por el Real Madrid procedente del Lokomotiv Kuban Krasnodar ruso. "Es un gran jugador, me hubiera gustado que Maccabi le hubiera fichado, sé que estaban interesados", reveló.
Aulcie Perry compartió este viernes una charla con el exjugador y técnico del Real Madrid Lolo Sainz, en el que recordaron las vivencias de los duelos europeos entre Real Madrid y Maccabi durante los años setenta y ochenta.
Uno de esos duelos fue la final de la Copa de Europa de 1980 en Berlín, en la que el Real Madrid se impuso por 89-85 y que Perry recuerda como el peor partido de su carrera.
"Aquel partido fue el peor que nunca jugué... (Pedro) Rullán me dio una clase, es lo que recuerdo. Él hizo un partido fantástico y competimos muchos años uno contra el otro. Yo esperaba hacer el partido que él hizo, pero no pude, no sé por qué", rememoró.
Aunque el conjunto blanco lideró el marcador durante prácticamente todo el encuentro, en los instantes finales el Maccabi llegó a ponerse a tres puntos de distancia de los blancos, que dirigía Lolo Sainz en ese momento.
"Estábamos cerca, pero todo se fue al traste. Creo que ellos estaban mejor preparados para aquel partido, cuando vuelvo a aquella situación, pienso que ellos estaban más preparados de lo que estábamos nosotros", añadió el pívot de un equipo que ya había sido campeón de Europa en 1977 y volvió a serlo en 1981.
En los partidos entre Real Madrid y Maccabi en la historia también se han dado anécdotas curiosas en las que Perry estuvo involucrado, como un conato de incidente que su compañero Earl Williams, que recibió el impacto de una moneda lanzada por un espectador en cancha madridista, en la antigua Ciudad Deportiva.
Williams, un jugador "volcánico" en palabras de Perry, llegó a subir a la grada para enfrentarse al aficionado, y su reacción automática fue perseguirle y devolverle a la cancha a empujones.
"Cuando le veo correr hacia la gente, pensé que alguien podía acabar herido. Todavía no sé cómo fui capaz de parar ese tren, pero conseguí agarrarle y llevarle de nuevo a la pista. Aún hoy no sé cómo lo hice", recordó Perry.
El exjugador, con una tortuosa trayectoria vital fuera de las canchas, trabaja desde hace varios años organizando programas de baloncesto para jóvenes en Israel junto al Maccabi y es un verdadero defensor del actual formato de la Euroliga.
"Este formato de Euroliga es fantástico, creo que va a dar lugar a un baloncesto más real, con más competitividad y mejores clubes llegando a final. Europa está mucho más cerca de la NBA con este formato", finalizó Aulcie Perry.