La cesión de Omic, a punto
La cesión de Alen Omic hasta final de temporada desde el Anadolu Efes al Unicaja está cerca de concretarse en las próximas horas. El acuerdo está próximo para que el pívot esloveno refuerce al equipo hasta que acabe la campaña, las negociaciones está a punto de cristalizar. El jugador jugó 9 minutos este viernes en la derrota del Efes en el OAKA ante el Panathinaikos, pero cuenta con minutos limitados para Perasovic y no juega en Turquía por asunto de cupos.
"Hay rumores de que esto puede ocurrir, que puedo ir cedido hasta final de temporada. Si esto ocurre, probablemente iré allí este mes. De lo contrario, me quedaré en Turquía hasta el final de la temporada. Veremos lo que ocurre. La alternativa es continuar aquí y entrenar duro para esperar la oportunidad", admitió el esloveno en el periódico de su país Siol.
Con 24 años y 2.16 metros, Omic daría empaque a un juego interior en el que N'Diaye no ha cumplido las expectativas mínimas cuando se le fichó. Sólo aporta intimidación, poco más en el resto de aspectos. Hasta el próximo martes 24 se pueden inscribir jugadores en la Eurocup, no más allá de esa fecha. Omic daría mayor calidad a la batería interior cajista y supondría un mensaje ambicioso del Unicaja de cara a la Copa del Rey y los momentos decisivos de la Eurocup.
Omic fue fichado este verano por el Efes, que pagó 400.000 euros al Herbalife. Ha jugado los 17 partidos de Euroliga, pero con unas medias bajas en apenas 8 minutos. Explotó la pasada campaña a las órdenes de Aíto en Gran Canaria. El Efes no quiere desprenderse de él, pero admite su fogueo en la ACB. Él lo ve con buenos ojos, según decía en la misma entrevista la inseguridad en Estambul preocupa. "Estas cosas no ocurre en España, donde puedes llevar una vida tranquila de sol y playa. La verdad es que estoy preocupado por todos estos ataques terroristas. La gente dispara, pone bombas… Siempre estoy asustado cuando conduzco hacia el entrenamiento, porque no sabes qué puede ocurrir. Antes de los partidos hay cientos de policías y guardias de seguridad. Estas cosas se te quedan grabadas y dan mucho que pensar. Esto no pasa en España. Si soy sincero, tengo miedo cuando voy a algún sitio, así que a veces prefiero no salir".