El ZVVZ USK Praha de Laia Palau y Marta Xargay se clasificó hoy para la fase final de la Euroliga femenina de baloncesto al imponerse al Orenburgo de Cristina Ouviña por 57-70 en un emocionante encuentro.Será la tercera fase final de las praguenses, lo que permite soñar a las de Natalia Hejkova con repetir el hito que lograron en Praga en 2015, cuando se llevaron el campeonato por vez primera en su historia al vencer en la final al Ekaterinburgo.
La estadounidense Candice Dupreee, con 21 puntos y 10 rebotes, fue la más destacada en el Orenburzhje Sport Hall de Orenburgo, después de no haber jugado una buena Euroliga con el USK, pero hoy sacó a relucir su arsenal y temperamento, hasta disputar casi 39 minutos.
Empezaron inspiradas las locales, con una Ouviña que enlazó dos triples seguidos (sumó ocho puntos, seis rebotes y cuatro asistencias) y su equipo pronto marcó una distancia de dos dígitos en el marcador.
Se atascaban las checas, que sólo lograron sumar cuatro puntos en los primeros 5 minutos, ambas canastas logradas por Dupree, que hoy mostró un talento estratosférico.
Hejkova no tardó en pedir tiempo muerto, al ver que el partido se le iba, como sucedió en el primer encuentro de esta serie de "play off", cuando las asistencias de Laia Palau tampoco funcionaban.
En el segundo cuarto, las checas consiguieron nivelar el encuentro, apoyadas de nuevo en una sólida Dupree, y entonces la sociedad Palau-Xargay empezó a funcionar.
Las de Hejkova explotaron los agujeros que dejaba la defensa individual en todo el campo que planteó el equipo que entrena Roberto Iñiguez, y que tuvo que pedir dos tiempos muertos al ver la reacción de las centroeuropeas.
Las rusas tuvieron un visible bajón en el tercer cuarto, en el que consiguieron sumar 8 puntos, y pasados dos minutos de ese parcial el USK logró empatar y ponerse por encima.
El partido se rompió y comenzaron a cometerse muchos fallos por ambos lados, pero con el avance del cronómetro la sensación de nerviosismo se apoderó de las locales.
Una falta en ataque totalmente innecesaria de Tiffany Mitchell reflejó el momento de impotencia que atravesaban las rusas, lo que hizo necesario que el técnico pidiera tiempo muerto varias veces.
Las checas lograban con una defensa muy ordenada mantener la diferencia en el marcador y fue entonces cuando salió a relucir lo mejor de Sonja Petrovic, con 18 puntos y cuatro rebotes, y de Kia Waugn, con 10 rebotes y 6 puntos, que, en esa recta final, daban la tranquilidad a su equipo.
La veterana Palau, de 37 años, sigue saboreando la Euroliga con fruición y hoy disputó casi 37 minutos, logró 4 rebotes y dio 4 asistencias.