La selección argentina de baloncesto deposita toda su confianza en Luis Scola, el único sobreviviente de la "Generación Dorada" que ganó los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, para liderar al joven y nuevo seleccionado, renombrado como "El Alma Argentina", que debutará en la AmeriCup el 27 de agosto.Marina Guillén
El seleccionado albiceleste renovó su banquillo tras los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, en los que se despidieron del conjunto nacional los históricos Emanuel Ginóbili y Andrés 'Chapu' Nocioni.
Ambos ganaron, junto a Scola, la medalla de oro en Atenas, la de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y fueron subcampeones del Mundial de Estados Unidos 2002.
"La Generación Dorada dejó de existir", aseguró en numerosas ocasiones Scola, de 37 años, que ahora integra "El Alma Argentina", como se definen los actuales jugadores del seleccionado, cuyo promedio de edad ronda los 24 años.
Del 25 de agosto al 3 de septiembre se celebrará en Argentina, Uruguay y Colombia la AmeriCup, que enfrenta a las selecciones de países de todo el continente el fin de proclamarse número uno de América.
Los 17 preseleccionados por el técnico argentino, Sergio 'Oveja' Hernández, comenzarán a entrenarse este lunes con el objetivo de continuar con los buenos resultados obtenidos en los últimos años.
"Este torneo es una oportunidad ideal para seguir promocionando a una camada joven que viene luchando por su espacio desde los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. La expectativa es alta, tenemos dos objetivos claros: ganar la AmeriCup y continuar con la proyección internacional de jugadores en crecimiento", dijo Hernández.
Los 2,06 metros, 108 kilogramos del capitán Scola son solo superados por los 2,08 metros, 109 kilos de Roberto Acuña, de 26 años, uno de los pivotes que, por su contextura física, puede relevar en la selección a los históricos Walter Herrmann y Leonardo Gutiérrez.
Con tan solo 26 y 27 años a sus espaldas, Facundo Campazzo (Real Madrid) y Nicolás Laprovittola (libre) dirigirán el juego de Marcos Delía (UCAM Murcia) de 25 años, de Nicolás Brussino (Mavericks de Dallas) de 24, y del alero de los Magic de Orlando Patricio Garino, también de 24 años.
"Junto con Nico (Laprovittola), al ser los bases somos como los mensajeros del entrenador o los entrenadores adentro de la cancha. En ese sentido, seguro tendremos que ser voces líderes, pero seguiremos siendo liderados por un jugador de enorme calidad como Luis (Scola)", dijo esta semana Campazzo.
El plantel lo integran también los bases (que comparten apellido sin ser familia) José y Luka Vildoza (Baskonia y Libertad de Sunchales), de 21 y 22 años; así como los escoltas Lucio Redivo (Bilbao Basket), Máximo Fjellerup (Bahía Basket), el benjamín del grupo con 19 años; y Eric Flor (Quilmes Mar del Plata) de 24 años.
Los más altos del equipo, Gabriel Deck (San Lorenzo), Juan Pablo Vaulet (Bahía Basket), Erik Thomas (libre), Javier Sáiz (Regatas Corrientes) y Tayavek Gallizzi (Quimsa Santiago del Estero), tienen entre 21 y 24 años.
Eso sí, ninguno de ellos baja del 1,96 metros y todos pesan alrededor de 100 kilos.
Campazzo y Laprovittola predican que un equipo se construye en los vestuarios, algo que la generación de Pablo Prigioni, Fabricio Oberto y Carlos Delfino dejó claro durante sus años en la selección.
Ellos solían quedar para comer, conocer a las familias e incluso vacacionar juntos para llevar el compañerismo de afuera a dentro de las pistas.
Argentina se proclamó campeón de la AmeriCup en 2001 y 2011, perdió cinco finales (1995, 2003, 2005 y 2007) y ganó en cinco ocasiones el tercer puesto (1980, 1993, 1999, 2009 y 2013).
El torneo se juega cada dos años desde 1980 y Estados Unidos se proclamó campeón en seis ocasiones, Puerto Rico en cinco, Brasil en tres, Argentina en dos y México en una.