Burgos demuestra que tenía ganas de baloncesto de elite

Tras varios años llamando con insistencia a las puertas de la Liga Endesa, Burgos disfrutó este domingo, al fin, de la máxima categoría del baloncesto español, viendo cómo el equipo local, el San Pablo Inmobiliaria, debutaba en la elite ante el Iberostar Tenerife.Gabriel de la Iglesia
Y como quiera que la cita era una suerte de sueño cumplido, la ciudad respondió. Ya durante toda la semana previa, los aficionados, las peñas y el propio club fueron calentando el ambiente de un choque que prometía ser un momento histórico para el deporte burgalés, que no contaba con un representante en la elite desde el descenso del Real Burgos hace más de dos décadas.
Así, a media mañana, el entorno del Coliseum, nuevo feudo del conjunto azul en esta aventura, fue poblándose de camisetas, banderas, bufandas e incluso bengalas, que dieron color a un día que había amanecido gris.
Poco a poco, el azul fue adueñándose del espacio y la animación se trasladó al interior del Coliseum, que se estrenó mostrando una imagen espectacular a pesar de las dificultades que ha tenido el Ayuntamiento para tenerlo todo listo antes de la primera jornada de liga regular.
La antigua plaza de toros de Burgos, hoy reconvertida en espacio multiusos, colgó el cartel de no hay entradas, con más de 9.000 personas en las gradas.
Una circunstancia que fue posible gracias, fundamentalmente, al éxito cosechado por el club en la campaña de abonados, en la que ha conseguido atraer a sus filas a casi 8.000 aficionados.
Esta misma semana, el presidente del club, Félix Sancho, aseguraba que la respuesta de la ciudad demostraba que, efectivamente, Burgos tenía muchas ganas de baloncesto.
Al final, el resultado del choque, que acabó con victoria del Iberostar Tenerife, fue casi lo de menos, puesto que la grada acabó haciendo incluso la ola.
Con todo, y al margen de consideraciones históricas, el de hoy no fue sino el primero de los muchos partidos que en Burgos confían en vivir en la elite del baloncesto español.
Serán los resultados en la cancha los que marquen el destino del San Pablo, pero Burgos, al menos durante una temporada, ya ha prometido ofrecer espectáculo en las gradas.