El Real Madrid no quiere despistes ante un rival que podría ser calificado de "cómodo" si se tiene en cuenta que en los últimos diecinueve partidos jugados contra los aragoneses la victoria siempre cayó de su lado.Pero estos datos son historia y cuando el balón comience a estar vivo, en el salto inicial, hay que volver a luchar para conseguir la victoria.
El Madrid todavía no ha alcanzado la regularidad en su juego y sufre despistes, falta de concentración, o cómo se le quiera llamar que le penalizan en determinados momentos de los partidos que ha disputado hasta el momento.
El Tecnyconta Zaragoza no parece el más fiero rival pero tiene armas suficientes para poner en entredicho la teórica superioridad madridista si no está a tope.
El Madrid ha ganado por puro peso específico sus dos primeros partidos, el primero ayudado por la gran actuación de Fabien Causeur, ante el Morabanc Andorra, y el segundo por la de Anthony Randolph en Bilbao, pero necesita que el bloque vuelva a retomar las sensaciones y que los jugadores recuerden la conexiones entre ellos que llevan funcionando varias temporadas.
Jota Cuspinera, el entrenador de los maños, es un perfecto conocedor de la metodología de Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, pues trabajó a su lado, y siempre que se ha enfrentado al Real Madrid ha puesto muchos obstáculos en los partidos.
La vuelta de Álex Suárez, cedido y que apenas contó con oportunidades la temporada pasada en el Real Madrid, será uno de esos detalles que complementan el choque, así como ver a Tomás Bellas y Jonathan Barreiro, jugadores formados en la cantera del club madrileño.
El Madrid es claro favorito, pero el camino se hace al andar y nadie quiere un despiste a las primeras de cambio. Esta próxima semana comienza la Euroliga y aunque son dos competiciones completamente diferentes la moral del equipo es la misma.
Con cada entrenamiento el nivel del equipo sube pero desde ya no habrá demasiado tiempo para ello. Todo habrá que ir haciéndolo sobre la marcha y ahora ya hay un nuevo elemento que conjuntar, tras el fichaje confirmado por el club, este sábado, de Chasson Randle, un escolta en un cuerpo de base que intentará ayudar a cubrir, al menos en parte, la falta de Sergio Llull.