Tercera batalla en cinco días con el general Jasikevicius como rival

El Real Madrid afronta su tercera batalla en cinco días, ahora en Kaunas y contra el Zalgiris, al que comanda el general Sarunas Jasikevicius, que viene de ganar en el Palau Blaugrana al Barcelona.El Madrid casi siempre gana al Zalgiris. Eso dice el historial de enfrentamientos entre ambos equipos desde el año 2000, 15-1 para los blancos, que sólo perdieron una vez en Kaunas hace tres años y medio.
Pero todo esto es pasado y estar todavía en los comienzos de la temporada, las ausencias de Trey Thompkins, Anthony Randolph y Ognjen Kuzmic, más el cansancio y la falta de entrenamientos y de tiempo para la recuperación introducen nuevas variables difíciles de predecir para el resultado final.
Si el Zalgiris fue capaz de tomar el Palau, 75-81, está claro que el Madrid se va a encontrar un rival formidable que, igualmente, jugó este martes y ha tenido que viajar hasta su casa. En este sentido hay igualdad.
Pablo Laso, recién renovado hasta 2019, lleva intentando desde el inicio de temporada nadar y guardar la ropa y en este sentido sólo el mexicano Gustavo Ayón "tuvo minutos de más", como reconoció el técnico, ante el AX Milán, debido a la falta de pívots en el equipo.
En el Zalgirio Arena de Kaunas volverá a pasar. Sólo Ayón y el capitán Felipe Reyes "que tiene que jugar muchos minutos de cinco puro" pueden jugar en esa posición, mientras que Jonas Maciulis y Dino Radoncic tienen que jugar de cuatro y el resto del equipo ir tapando huecos en las demás posiciones conforme se producen.
Hasta el momento, los parches han dado resultado, pero esta solución a corto plazo tiene mucho peligro potencial y el Zalgiris es un equipo que está dando "muy buen impresión" a Laso.
De todas formas, el peligro de los lituanos parece estar más en el perímetro que en la lucha bajo los aros. Vasilije Micic y Kevin Pangos llevan la voz cantante anotadora, con Aaron White y Brandon Davies muy cerca.
La calidad y la altura siempre se le han supuesto al Zalgiris, que pecaba de un poco de frialdad en los momentos decisivos. Ahora con Jasikevicius a los mandos ese plus de intensidad, coraje y energía se incorpora desde el banquillo. Y eso hace del Zalgiris un equipo muy peligroso.