La tranquilidad del Unicaja Baloncesto antes del partido ante el Estrella Roja se vio alterada por unas declaraciones de Dragan Milosavljevic en su país. En la web Sport Club sugería que el equipo malagueño podría multar a los jugadores si acudieran a la llamada de la selección para los partidos del 24 y el 27 de noviembre.
El Unicaja recordó que no puede impedir que los jugadores vayan, aunque es evidente que prefiere que no lo haga. Hay consenso en que ningún jugador se perderá el viernes 24 de noviembre el partido ante el CSKA de Euroliga. Pero en Serbia se abrió la opción, posible, de que Nedovic, Milosavljevic y Musli jugara con el CSKA y después fueran a Belgrado para medirse a Georgia el lunes 27. Tienen que estar el martes 28 para entrenar en Málaga por la mañana y hay un enlace para llegar vía Roma a esa hora... Con partido el día 1 con el Olympiacos. Mucha tralla en una temporada ya de por sí sobrecargada.
"A todos nos gustaría jugar para el equipo nacional, sería un gran honor, por supuesto, pero es un poco complicado... El Unicaja no nos ha dejado ir, seremos sancionados si nos vamos. No sabemos lo que nos espera cuando volvamos aquí. Tenemos entrenamientos en esos días", decía Milosavljevic: "Creo que todos los jugadores están en problemas, somos quienes estamos entre los dos incendios, y los demás se han alejado y nos han dejado para ver qué es lo que vamos a hacer. Estamos en una situación complicada, así no sé qué somos y cómo lo haremos. Nos gustaría ir con la selección".
El jugador comunicó al Unicaja, alertado por estas informaciones, de que sus palabras se habían sacado de contexto, pero siguen en el portal serbio. Una postura común de jugadores y clubes se antoja necesaria.