Madrid, 15 nov (EFE).- Cuatro derrotas en los últimos cinco partidos y en las tres últimas jornadas de la Euroliga 'obligan' al Real Madrid a intentar cerrar la herida cuanto antes y evitar así futuras infecciones, por lo que la victoria ante el Unicaja se antoja como muy importante.,No han saltado las alarmas en el equipo ni en el club. Pablo Laso y sus jugadores se han ganado, con títulos en las últimas seis temporadas, el crédito del que disfrutan y todos son conscientes de la plaga de lesionMadrid, 15 nov .- Cuatro derrotas en los últimos cinco partidos y en las tres últimas jornadas de la Euroliga 'obligan' al Real Madrid a intentar cerrar la herida cuanto antes y evitar así futuras infecciones, por lo que la victoria ante el Unicaja se antoja como muy importante.
No han saltado las alarmas en el equipo ni en el club. Pablo Laso y sus jugadores se han ganado, con títulos en las últimas seis temporadas, el crédito del que disfrutan y todos son conscientes de la plaga de lesiones que están sufriendo.
Lo que en principio pareció una hecatombe, quedarse sin 'cincos' tras las lesiones de Ognjen Kuzmic y Gustavo Ayón, pareció dulcificarse en los primeros partidos por los resultados positivos, pero las consecuencias de estas cuatro últimas derrotas son directamente proporcionales a su falta de fuerza y centímetros bajo los aros.
La llegada de Walter 'Edy' Tavares ha sido como consecuencia de estas carencias, pero el pívot caboverdiano prácticamente ha tenido más partidos que entrenamientos con sus compañeros y todavía es demasiado pronto para que sus acciones tengan el calado que se espera.
Laso tiene que volver a resetear el equipo, integrar a otro nuevo jugador y esperar que las viejas sinergias se mantengan y se formen otras nuevas, para que el juego siga fluyendo.
Tras sufrir el Madrid, en Vitoria y ante el Baskonia, la mayor derrota desde que está Laso está a los mandos, las necesidades del Real Madrid las conoce cualquiera: De-fen-sa y re-bo-te.
Esto es muy fácil decirlo, pero sin tiempo para descansar y mucho menos para entrenar, Laso tiene que ir poniendo paños calientes e inventando retoques en el autobús y en los aeropuertos.
La presencia de Tavares será, sin duda, un gran refuerzo paras el equipo, pero el jugador tiene que entrar en la dinámica del equipo y éste aprender a confiar en un nuevo miembro.
El Unicaja tampoco está para tirar cohetes, tras perder los dos últimos partidos, uno en Liga y otro en Euroliga. Así es que al duelo entre equipos españoles se le une la variable de la necesidad, lo que no suele ser bueno para nadie.
La herida está abierta en el Madrid y todos quieren cerrarla cuanto antes para evitar que haya hemorragia.