Rusia decidió renunciar a ser candidata para acoger el Mundial de baloncesto en 2023 ante la presiones que recibe el deporte ruso por parte de la comunidad internacional, anunció hoy la Federación Rusa de Baloncesto (FRB)."Dado el trato negativo de la comunidad deportiva internacional hacia los atletas rusos y hacia el deporte patrio en general, hemos decidido renunciar a la lucha por el derecho de acoger la Copa del mundo", dijo hoy el presidente de la FRB, Andréi Kirilenko.
La decisión sobre quién acogerá el campeonato mundial de 2023 se tomará el próximo 9 de diciembre.
Tras la retirada hace dos días de la candidatura de Turquía, sólo quedan dos posibilidades de cara a ese mundial: la candidatura conjuntas de Argentina y Uruguay, por un lado; y la de Indonesia, Filipinas y Japón, también conjunta, por otro.
La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) decidió la semana pasada mantener la suspensión a la Agencia Rusa (RUSADA), al considerar que aún no se dan las condiciones para confiar en el sistema antidopaje ruso.
El informe del abogado Richard McLaren, elaborado por encargo de la AMA, acusa a Rusia de promover el dopaje y estima en más de mil los deportistas implicados en el sistema entre 2011 y 2015.