El Unicaja ha tenido tiempo para tomar aire en esta semana en la que la competición ha dado un cierto respiro. Pero regresa con un plato fuerte. Los de Plaza se plantan en la Sala OAKA (20:00 horas) para probar las fuerzas de un rival en clara trayectoria ascendente. El Panathinaikos viene de sumar cuatro triunfos consecutivos en la Euroliga para un 6-3 que le sitúa el cuarto.
Pero el Unicaja no puede estar pendiente de eso. No habrá cita de Euroliga en la que no se tope con un hueso. Porque más allá de las 'superpotencias', Bamberg y Zalgiris te demuestran que cualquier rival te puede pasar por encima. Así que Plaza tendrá que estar más centrado en afinar su orquesta (que tiene buenos músicos) que en pensar lo que tiene enfrente. Quizás así encuentre el rumbo perdido.
En cierto modo, es lo que vino a reclamar Nedovic en su última aparición pública, que los jugadores comiencen a tirar del carro cuando él no puede jugar. Eso falta, sí, pero también que el colectivo esté mejor ajustado. Aunque para este duelo tendrá bajas sensibles como las de Shermadini y Waczynski. A ver cómo resuelve Plaza estas ausencias de calado.