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El Unicaja dimite de la Copa (70-67)

J. García Márquez

El Unicaja se deja en Bilbao el billete para la Copa del Rey. El conjunto malagueño dimitió del partido en el último cuarto (parcial de 25-13) para perder en Miribilla (70-67) y complicarse estar entre los ocho primeros a final de la primera vuelta. Lucio Redivo fue el verdugo de los de Plaza, que no encontraron respuesta en los minutos finales. Los malagueños no aprovecharon la derrota del Obradoiro y se ven forzados a ganar tres de los próximos cuatro compromisos si quiere ir a Las Palmas de Gran Canaria en febrero.

Primera de las cinco finales a las que se enfrentaba el Unicaja para entrar en la Copa del Rey. El conjunto de Joan Plaza llegaba crecido tras ganar en Tel Aviv el último encuentro, hace apenas 48 horas. Plaza seguía sin poder contar con Milosavljevic, que se quedó en Málaga, y dio entrada en la rotación a Soluade, el que menos presencia ha tenido de los 13 componentes de la plantilla cajista.
En las primeras jugadas del partido ya se veía a un Unicaja diferente al que se vio en Israel. Más cansado, sin apenas reponer la energía tras la Euroliga, las piernas de los jugadores cajistas distaban mucho del nivel sobresaliente de otros partidos. Plaza lo intentó con su quinteto de gala, dando entrada también a Dani Díez para controlar el rebote.
Sin embargo, el Bilbao Básket, que salió con Mumbrú como falso ala-pívot, empezó a dominar el partido desde el exterior. El Unicaja lo intentaba de todas las maneras posibles para abrir la tapa que se había encontrado en el aro en los lanzamientos lejanos, pero sin éxito. Ello obligó al plantel malagueño a tirar de defensa para impedir que los bilbaínos, con urgencias en la clasificación, se marchasen (21-17).
La entrada de Shermadini, el mejor el pasado jueves, dio otro aire a los malagueños. Los tiros exteriores seguían sin entrar, por lo que los jugadores cajistas buscaron al georgiano, que no encontraba oposición en defensa. En apenas 13 minutos, el pívot del Unicaja forzó siete faltas personales y se fue hasta los 15 puntos y 20 de valoración. Fue el sostén de los de Plaza, que sufrían ante los triples del Bilbao Básket.
A pesar de que el Unicaja no se encontraba cómodo en ataque, más allá de la búsqueda a Shermadini, Plaza mantuvo al quinteto suplente hasta el final del segundo periodo. Una declaración de intenciones del catalán, que dio un voto de confianza a sus jugadores menos habituales para intentar salir del bache del tiro. Con los malagueños por delante en el marcador, Mrsic tuvo que volver a sacar a Mumbrú, encontrando los pocos huecos en defensa que dejaban los cajistas.
El tiro, sin embargo, seguía siendo un quebradero de cabeza para los malagueños, que acumulaban un error tras otro hasta llegar al 0/14 con el que se llegó a la última jugada de la primera mitad. Fue Waczynski, el mejor tirador del Unicaja, el que terminó por cerrar la herida que se había producido en los primeros veinte minutos (30-35).
El polaco siguió con el idilio del triple, anotando otro para alcanzar la máxima (30-38). Ahí, cuando más apretaban las cosas para el Bilbao Básket, Mumbrú sacó a relucir el juego marrullero, dando un codazo a Brooks que quedó sin sanción y pitando posteriormente el trío arbitral una antideportiva al americano. El Unicaja se desconcentró y el Bilbao igualó el choque (38-38), pero sería un espejismo dentro del partido.
El Unicaja sabe que tiene una plantilla muy superior al Bilbao Básket, pero hay que demostrarlo en la cancha. Poco a poco, los de Plaza se fueron soltando en el tiro, las muñecas comenzaron a calentarse y se vislumbró la diferencia entre uno y otro equipo. Salin anotó dos triples en el tercer periodo que ponían en el disparadero al conjunto malagueño.
Los cajistas encontraban las armas por las cuales desarmar la defensa bilbaína y coqueteaban con terminar de romper el partido. Los malagueños se movían a placer alrededor de la decena de puntos de ventaja (45-54) pero ahí comenzó el apagón del Unicaja. Ahí terminó de jugar, con todavía muchos minutos por disputarse.
Y es que en vez de romper el partido definitivamente, el Unicaja dejó que el Bilbao se reenganchase con acciones defensivas de pobre nivel. Lucio Redivo fue el anotador que necesitaban los vascos para crecerse y, con siete puntos consecutivos, puso a los de Mrsic por delante por primera vez desde la primera mitad. Nadie quiso asumir los tiros en el equipo malagueño y era Alberto Díaz, en los últimos segundos de la posesión, el que se las tuvo que jugar. Ya no volvería a cambiar el marcador, que se quedaría siempre a favor de los locales, tomando una bocanada de aire fresco en esa lucha tan sufrida como es la salvación.
Ficha técnica
70 Retabet Bilbao Basket (21-9-15-25): Tabu (7), Todorovic (0), Hammink (8), Mumbrú (15), Gladness (6) – quinteto inicial – Thomas (8), Redivo (14), Salgado (5), Hervelle (3), Tomas (4), Vucetic (0).
67 Unicaja Baloncesto (17-18-19-13): McCallum (3), Nedovic (7), Díez (0), Brooks (8), Augustine (8) – quinteto inicial- Díaz (0), Salin (8), Shermadini (19), Waczynski (12), Suárez (2).
Árbitros: Cortés, Rial, Mendoza.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 14 de la Liga Endesa disputado en el Bilbao Arena.

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