A menudo se conoce en el mundo del deporte el clásico entre el Real Madrid y el Barcelona. Sin embargo, en el baloncesto, más allá de esos dos clubes, ha crecido una rivalidad en la última década que cumple su enésimo capítulo entre el Unicaja y el Valencia Básket, en una lucha encarnizada por entrar en la Copa del Rey. El temple del cuadro malagueño y la solidez en el rebote permiten soñar con entrar en el torneo del KO y vencer en el primer duelo de la semana a los taronjas (74-67). El jueves, segundo asalto con escenario europeo.
Como si de un partido de play off se tratase, con el ambiente de las grandes noches, el Martín Carpena se preparaba para ver el primer partido del 2018. El Unicaja sabía que tenía que ganar sí o sí si quería seguir vivo en la lucha por la Copa del Rey y comenzó buscando donde tenía mayor ventaja, en la explosividad de McCallum frente a Van Rossom. El norteamericano cambió totalmente con respecto a Bilbao y anotó los primeros cinco puntos de su equipo.
Sin embargo, al Unicaja le costaba ajustar en defensa. Tras varios segundos a gran nivel, el Valencia Básket encontraba hasta en tres ocasiones a un jugador sólo en el triple frontal. Dos de Rafa Martínez y uno de Dubljevic ponían en aprietos al conjunto malagueño, que tenía que cambiar su forma de encarar la defensa. El cuadro de Plaza, ante la falta de acierto desde fuera, no se obsesionó y siguió buscando las penetraciones para asegurar las canastas.
El encuentro era una partida de ajedrez. Cada vez que uno movía ficha, el otro contrarrestaba su jugada poniéndose por delante. Hasta en nueve ocasiones el marcador cambió de ganador en los primeros diez minutos, a los que hay que añadir dos empates. Una muestra de la tremenda igualdad con la que marchaba el encuentro, con los malagueños anotando de dos puntos (8/12) y los valencianos desde fuera (5/9) para un total de 20-21.
La segunda unidad del Unicaja parecía más equilibrada en el balance ataque-defensa, especialmente de esto último. Con Alberto, Salin y Dani Díez, al Valencia Básket le costaba más anotar, si bien también había fugas en el ataque cajista, con menor talento en pista. Ahí emergió la figura de Dani Díez, que, tal Guadiana, a veces aparece para dar una nueva alegría a su afición. El madrileño anotó seis puntos en jugadas de alto nivel y con la posesión agotándose para mantener a los malagueños por delante.
Cada posesión parecía un partido en sí mismo. El Valencia Básket quería dejar a los malagueños fuera de Las Palmas y estos intentaban sobrevivir a la encarnizada lucha que esto suponía. Con el partido farragoso, no hay otro hombre que se mueva mejor que Carlos Suárez. El de Aranjuez era un pulpo en la pista, tocando todos los balones en defensa que podía e incluso provocando algún contraataque a favor. Con el viento a favor, el Unicaja alcanzó la máxima (38-32) antes de la entrada de nuevo de Rafa Martínez que, con cuatro triples en cinco intentos, mantenía a los taronja en partido (42-41).
El llamado sexto hombre, el Martín Carpena, comenzó a aparecer cada vez con mayor asiduidad con respecto pasaban los minutos. Pocos ambientes hay como el malagueño cuando está encendido y ante un rival de enjundia como es el Valencia Básket. Con el comienzo de la segunda parte Nedovic, hasta entonces desaparecido, cogió las riendas del ataque malagueño. Siete puntos del de Nova Varos en el tercer cuarto para despegar a su equipo.
El partido parecía cerca de romperse. Con el 51-47 llegaron dos triples consecutivos del Unicaja que pusieron el graderío en pie y a Vidorreta en un aprieto (57-47). Los malagueños desaprovecharon varias ocasiones para terminar de romper el partido y eso ante el campeón de la Liga Endesa no te lo puedes permitir. El Valencia Básket, tras un paso por tiempo muerto, devolvió el parcial e igualó el encuentro (57-57) encontrando por primera vez en el encuentro a Erick Green y a Doornekamp que, con dos triples consecutivos, igualó la contienda.
Nueve minutos para el final y el encuentro no tenía dueño. Los nervios comenzaron a aparecer en ambos equipos, que no eran capaces de imponer su juego con respecto al rival. Plaza, a menos de seis minutos, tuvo que dar entrada a Nedovic, el hombre con las ideas más claras y con mayor talento del grupo del catalán. Los malagueños seguían por delante, pero sufrían para conseguir cada canasta. Pero precisamente el de Nova Varos se sacó de la chistera un triple de más de nueve metros, con la posesión a punto de finalizar, para aumentar la ventaja (68-61) a menos de cuatro minutos.
El Valencia no iba a entregar la cuchara tan pronto. En un nuevo arreón de defensa y de malas decisiones por parte del Unicaja en ataque, con penetraciones de Nedovic sin sentido, el cuadro taronja se reenganchó y llegó incluso a soñar con la victoria (68-67). Ahí apareció el temple de los tiradores del conjunto malagueño, que certificaron la victoria desde el tiro libre.
Ficha técnica
74 Unicaja Baloncesto (20-22-15-17): McCallum (11), Nedovic (14), Waczynski (11), Brooks (3), Augustine (8) – quinteto inicial- Díaz (2), Salin (5), Díez (9), Shermadini (9), Suárez (2).
67 Valencia Básket (21-20-10-16): Van Rossom (14), Martínez (14), Doornekamp (6), Thomas (7), Dubljevic (11) – quinteto inicial- Puerto (2), Abalde (5), Rudez (0), Pleiss (2), Green (6).
Árbitros: Martín Bertrán, Manuel, Sánchez Monserrat.
Incidencias: Partido aplazado correspondiente a la jornada 13 de la Liga Endesa disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 7.649 espectadores.