El Unicaja es capaz de lo peor y lo mejor. Los malagueños se metieron en la Copa del Rey, de forma virtual, con una victoria de mérito (73-76), desplegando un gran baloncesto y dejando al Barcelona como si de un equipo de menor nivel se tratara, pero que estuvo a punto de tirar en unos últimos ocho minutos lamentables e indignos. Carlos Suárez llevó al conjunto malagueño al torneo del KO y será una de las piezas menos apetecibles de los no cabezas de serie. Sólo una catástrofe de dimensiones inimaginables impediría a los de Plaza alcanzar el torneo copero.
Joan Plaza recuperaba a uno de sus hombres más importantes de cara al duelo contra el Barcelona, a Jeff Brooks, y lo hacía como titular para tratar de romper los esquemas del conjunto blaugrana. El entrenador del Unicaja sorprendió dando entrada de inicio a Alberto Díaz y a Salin para frenar las primeras acometidas.
El cambio en el quinteto con respecto a otros partidos no pudo ser más acertado. De la mano del pelirrojo, el Unicaja tejió una tela de araña de la que el Barcelona no pudo escapar. Horrible porcentaje el de los blaugranas, que no encontraban el camino al aro. Los malagueños tampoco podían quitar la tapa del aro, pero con Shermadini en la zona sí que encontraron algunos huecos para hacer daño (4-10).
Con ambos equipos negados desde el triple, fue Salin el primero que abrió la veda. El finés, que se encontraba con un gran amigo suyo en la pista [Koponen], aprovechó los minutos que estuvo en el inicio para atar en corto a Navarro y a su compatriota, aunque fue precisamente éste el primero que anotó desde fuera para los blaugranas (1/9) y recortar distancia al final del primer cuarto (7-14).
Todavía sin Nedovic y sin McCallum, el Unicaja había conseguido frenar a uno de los mejores ataques de la competición. Y cuando salieron el serbio y el americano, el ataque comenzó a funcionar mejor. La defensa subió un nivel más y los malagueños fueron capaces de robar varios balones en primera línea que le permitieron canastas fáciles. Mención aparte merece Dani Díez, que parece más enchufado en las últimas semanas y que se comió en la primera parte a Sanders y a Hanga.
El juego cajista alcanzaba un nivel celestial en ataque, con un gran movimiento de balón. Ahí tuvo mucho que ver Carlos Suárez. El madrileño está a un nivel altísimo en el que no le hace falta anotar mucho para ser importante. Con él comenzó el cénit del Unicaja, que veía el aro con gran facilidad (12-29).
El Barcelona, que seguía sin encontrar un faro ofensivo desde fuera, se encomendaba al juego interior para sobrevivir en un partido que quería romper pronto el Unicaja. No se ha visto juego igual esta temporada que el que desplegó el conjunto malagueño en el segundo periodo, dejando al Barcelona en apenas 27 puntos en 20 minutos y anotando 32 en el segundo periodo. Pocos, o nadie, anticipaba antes del partido el repaso que le estaba dando Plaza a Sito Alonso y, por ende, el Unicaja al Barcelona (27-48).
Una primera parte casi perfecta obligaba al Unicaja a estar muy atento en la reanudación. El Barcelona sabía que no podía dejar pasar un minuto para intentar la machada. Dos triples consecutivos, de Hanga y Navarro, obligaron a reaccionar rápidamente a Plaza, que introdujo a Salin y a Suárez para tranquilizar las aguas y meter más defensa. Todo ello junto a algunas decisiones arbitrales discutibles volvieron a meter al Barcelona en el partido (35-48).
Sin embargo, el Unicaja tenía clara su misión, ganar en el Palau Blaugrana y clasificarse para Gran Canaria. Los malagueños bajaron al barro para defender y hacer menos visible el partido con el resultado de llevarse el duelo. Y pocos jugadores lo hacen mejor que Carlos Suárez. Recital de nuevo del madrileño, amo y señor del cuadro cajista. Suya fue la primera canasta de un parcial de 2-10 que volvieron a enfriar los ánimos del Palau Blaugrana.
El Unicaja alcanzaba el final del tercer cuarto con mayor ventaja (42-63) pero consciente de que el partido todavía no estaba ganado. Aguantó en los primeros minutos (47-67), pero inexplicablemente dejó de jugar cuando todavía quedaban ocho minutos. El Barcelona se creció mientras pasaban los minutos y encontraba a Pressey al hombre en el que confiar sus tiros. Entre el americano y Oriola desarbolaron al Unicaja, incapaz de encontrar una respuesta a pesar de la amplia ventaja que llevaban.
El Barcelona creyó y casi lo consiguió. No se podía explicar que cada ataque del Unicaja fuese un tormento para los de Plaza, incapaces siquiera de dar dos pases consecutivos. Si lo del segundo cuarto fue el cielo, los malagueños bajaron en el último cuarto a lo más profundo del infierno hasta verse casi por debajo en el marcador. El conjunto blaugrana aprovechó la permisividad arbitral en un lado de la cancha para acechar a los andaluces, que rezaban por ver el reloj a cero.
Finalmente, y tras una serie de catastróficas desdichas, el Barcelona tuvo una última oportunidad para empatar el partido, pero Pressey, el hombre más enchufado desde el triple, no pudo aprovechar el tiro liberado. Victoria final del Unicaja que se apunta a la Copa del Rey a falta de una jornada para el corte y que consigue su segunda victoria esta temporada en el Palau Blaugrana.
Ficha técnica
73 FC Barcelona Lassa (7-20-15-31): Ribas (7), Navarro (3), Hanga (8), Claver (7), Tomic (8) – quinteto inicial – Pressey (13), Heurtel (2), Vezenkov (0), Oriola (17), Sanders (0), Koponen (8).
76 Unicaja Baloncesto (14-32-17-13): Díaz (4), Salin (3), Waczynski (7), Brooks (11), Shermadini (11) – quinteto inicial –McCallum (4), Díez (8), Milosavljevic (0), Nedovic (10), Augustine (4), Suárez (14).
Árbitros: Pérez Pérez, Calatrava, Sánchez Sixto.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 16 de la Liga Endesa disputado en el Palau Blaugrana ante 4.957 espectadores.
Gran victoria y excelente juego los tres primeros cuartos, el último horrible. Que sirva de experiencia!!!