Valencia, 17 ene (EFE).- El Valencia Basket visitará este jueves, en la decimonovena jornada de la Euroliga, al Zalgiris Kaunas con la intención de sumar un nuevo triunfo que mantenga viva la débil esperanza de alcanzar la última plaza que da derecho a jugar los cuartos de final y para mantener la progresión de las últimas semanas.,El equipo de Txus Vidorreta tiene ya seis victorias, tras haber ganado tres de sus últimos cuatro encuentros en la competición pero, a falta de once encuentros para qValencia, 17 ene .- El Valencia Basket visitará este jueves, en la decimonovena jornada de la Euroliga, al Zalgiris Kaunas con la intención de sumar un nuevo triunfo que mantenga viva la débil esperanza de alcanzar la última plaza que da derecho a jugar los cuartos de final y para mantener la progresión de las últimas semanas.
El equipo de Txus Vidorreta tiene ya seis victorias, tras haber ganado tres de sus últimos cuatro encuentros en la competición pero, a falta de once encuentros para que acabe esta primera fase, está a tres victorias del octavo clasificado y con cinco equipos delante.
Desde la plantilla, técnico y jugadores, mantienen que aún quedan algunas opciones pero insisten en no mirar nada más allá del siguiente choque, una mentalidad que les ha ayudado a reconducir la situación y que quieren mantener.
El conjunto valenciano afrontará este choque menos de 48 horas después de haber firmado una brillante victoria en esta misma competición ante el FC Barcelona Lassa en un encuentro que dominó de principio a fin pese a los muchos intentos de su rival por darle la vuelta.
El Valencia mostró una constancia en la agresividad defensiva que había mostrado en pocos encuentros esta temporada y volvió a conseguir que su juego de ataque girara alrededor de Bojan Dubljevic y la capacidad de anotación y de generación de juego del montenegrino hizo mucho más rico su juego ofensivo.
Enfrente tendrá a la gran sorpresa de la competición. Con 11 triunfos el Zalgiris de Sarunas Jasikevicius está encaramado a la sexta posición y tiene en su mano entrar en el 'top 8' siendo uno de los presupuestos más bajos de la competición.
El equipo lituano llega tras haber perdido en un ajustado partido en la pista del Brose Basket pero hace unas pocas semanas ganó en la Fonteta en un choque en el que la capacidad de desborde de sus exteriores y su seriedad defensiva le condujeron al triunfo.
Para este encuentro Txus Vidorreta mantendrá las bajas de los bases Antione Diot, Guillem Vives y Sergi García, lo que dejará a Sam Van Rossom como único director de juego puro con la ayuda del alero gallego Alberto Abalde.
Además tampoco podrá contar con el escolta Joan Sastre ni con el interior Latavious Williams aunque sí que viajará con el equipo el también escolta Erick Green, baja en los últimos partidos por una tendinitis y que realizará una prueba antes del encuentro para decidir si juega unos minutos.