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Gill mata al Unicaja en la bocina (68-66)

J. García Márquez

No sabe controlar el Unicaja los finales apretados, en un nuevo partido que tuvo ganado a falta de dos minutos pero al que le faltó tranquilidad y cabeza para terminar de hacerse con un partido que finalizó con un palmeo de Gill (68-66) en el último segundo. La diferencia de ambos equipos en el rebote (41 de los rusos por 28 de los malagueños) y el trabajo de Honeycutt (11 puntos y 15 rechaces) privaron a los malagueños de volver de Rusia con una victoria que les hubiese acercado al Top8 pero que ya ven muy lejos.

El Unicaja se encomendaba a la defensa para paliar las bajas de dos de sus hombres más importantes en ataque: Nedovic y Brooks. Jugadores como Salin, Soluade y Milosavljevic eran los que tenían que dar un paso adelante en el juego cajista para, principalmente, paliar la baja del serbio. Salió el Unicaja con el finlandés para atacar y con ‘Gagi’ para defender a Shved, quizás el hombre con más talento ofensivo del continente europeo. Plaza sabía que frenando al escolta ruso el camino estaba un poco más favorable. Más aún si cortaba las otras patas del Khimki como Anderson o Thomas.
El conjunto malagueño buscó a Salin, que salió liberado en el primer ataque para anotar. A partir de ahí, el aro se empequeñeció para los dos equipos. Si la defensa cajista rozaba la excelencia, dejando a los moscovitas en cuatro puntos (los cuatro de Shved) en nueve minutos, el ataque de los de Plaza no pasaba por buenos momentos, con dificultades para encontrar huecos en las penetraciones y, de nuevo, con errores desde el triple (4-9).
Pese a la gran defensa cajista, Shved supo encontrar rendijas para igualar el encuentro al final del primer cuarto (9-9) anotando él todos los puntos del cuadro moscovita, antes de que Waczynski cerrase con un tiro en el último segundo. Entre el final del primer periodo y el principio del segundo el conjunto malagueño se rehízo con un parcial de 0-7.
Shermadini se hizo grande en la zona, percutiendo una y otra vez ante la endeble defensa del otrora deseado Marko Todorovic. El georgiano sacó rápidamente dos faltas al montenegrino, que salió del partido como si no hubiese pasado. El Unicaja dominaba el juego, especialmente la defensa, pero le costaba encontrar el rebote defensivo ante la mayor capacidad atlética de los rusos.
Jenkins anotaría la primera canasta del Khimki sin el sello de Shved. Tardarían 11 minutos en hacerlo los de Bartzokas, que no encontraban la manera de percutir el aro cajista sin el genio ruso. Precisamente fue la salida del escolta lo que reactivó a su equipo, que volvió a igualar con cinco puntos más (23-23). Plaza apostó por Soluade, que no lo pudo contener, pero que se mostró participativo en el ataque español, si bien le pesó el partido.
El Unicaja volvió a tirar de defensa, provocó tres pérdidas en el segundo cuarto de Shved, y volvió a sacar ventaja de las contras. Una preciosa canasta de Milosavljevic fue seguida de un nuevo triple de Waczynski para cerrar de nuevo un cuarto (31-39), alcanzando la máxima del partido justo cuando se acababa la primera mitad.
Plaza y sus jugadores habían controlado bien en ataque al Khimki, que sólo era capaz de anotar por la vía de Shved (17 puntos en la primera mitad). Eso cambiaría nada más empezar el tercer periodo, con James Anderson cogiendo la ametralladora. Cinco puntos consecutivos del ex del Zalgiris reengancharon a los rusos, que estaban a tiro de empatar.
No se volvió loco el conjunto malagueño, que sabía que tenía que tirar de la defensa para llevarse el partido de Moscú. McCallum cogió las riendas del ataque. Se espera mucho del norteamericano tras la baja de Nedovic y respondió con penetraciones rápidas. Encontró también a Augustine, desaparecido hasta el momento, y el Unicaja respiró (42-52).
El Khimki encontró las cosquillas del Unicaja, que entró en bonus. Los de Bartzokas aprovecharon la ocasión para seguir penetrando y sacar faltas personales que amortizaron con tiros libres anotados (49-55). El cuadro ruso noqueó al malagueño, que con la entrada de Mo Soluade perdieron fuelle ofensivo. Entró en barrena el Unicaja, que se vio de nuevo con el agua al cuello (55-55; 57-57).
Ahí, de nuevo, volvió a aparecer James Augustine, el único hombre malagueño que conoce bien las canastas del Khimki y el más solvente en el cuadro malagueño. Dos tiros libres de McCallum podían haber puesto el primer tornillo a la victoria malagueña, pero el americano, ciertamente errático en las decisiones finales, falló los dos lanzamientos que hubiesen puesto al Unicaja a ocho puntos.
Se creció el Khimki con esos errores, y lo hizo de la mano de Shved. Un nuevo triple del ruso era contestado por Waczynski, pero ahí se acabó la inteligencia del Unicaja, que todavía tiene que dominar las situaciones de finales apretados. Honeycutt dominó el rebote, tanto el ofensivo como el defensivo, hundiendo a los de Plaza. McCallum se volvió a equivocar, no encontró espacios y se estrelló una y otra vez contra la defensa rusa, provocando la última opción del Khimki con la canasta final, tras palmeo, de Gill.
Ficha técnica
68 Khimki Moscow Region (9-22-18-19): Jenkins (7), Shved (22), Anderson (11), Gill (7), Thomas (4) – quinteto inicial – Honeycutt (11), Vialtsev (0), Zayytsev (0), Markovic (2), Monia (4), Todorovic (0).
66 Unicaja Baloncesto (11-28-16-11): McCallum (10), Salin (9), Milosavljevic (6), Suárez (5), Augustine (8) – quinteto inicial –Soluade (5), Díaz (0), Díez (0), Shermadini (7), Waczynski (16).
Árbitros: Radovic (CRO), Rocha (POR), Rossi (ITA).
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 21 de la Euroliga disputado en el Arena Mytishchi ante 6.624 espectadores.

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  1. josemalaga

    Otro partido tirado a la basura