Debate abierto con Plaza

A pesar de su coqueteo público de la semana pasada con el Barcelona, que no gustó demasiado a un sector de la afición del Unicaja Baloncesto, la preferencia de Joan Plaza es permanecer la temporada próxima en Málaga al mando de un proyecto renovado para pensar a medio y largo y plazo. Pero, al final, todo pasará por los resultados.

 
A mes y medio para el final de la temporada regular, el Unicaja pasa uno de los momentos más delicados de la temporada. Ha perdido ocho de sus últimos 12 partidos, ha quedado sin opciones tras hacer una buena Euroliga a dos jornadas del final y dos derrotas consecutivas en la Liga Endesa le hacen mirar por el retrovisor porque Murcia, Tenerife o Andorra vienen apretando. Y Barcelona, Baskonia y Valencia han puesto un ritmo alto. Gran Canaria y Fuenlabrada también están por delante. 
Es la primera vez que Joan Plaza no tiene contrato garantizado para la próxima temporada. Y eso marca la agenda. El Unicaja es proclive a renovarle. Ha conseguido estabilidad y ha hecho que el equipo sea competitivo casi siempre. Se venía de una época convulsa, de un trienio en el que no se estaba en Play Off o no se iba a la Copa con frecuencia. Y se ha creado una idea de trabajo con cierta solidez. 
Pero mandan los resultados. Volver a la Euroliga haría buena la temporada, pero parece tarea complicada ahora mismo, sobre todo porque el equipo emite señales preocupantes, de cansancio físico y mental a dos meses para el inicio de la postemporada. Hay tiempo para recuperar, en el último mes habrá un partido por semana y se podrá resetear. Pero esa espada de Damocles está presente. 
También, desde la perspectiva del técnico, no tener nada firmado le habilita para encontrar equipo. Se puso en manos el año pasado en manos del poderoso Misko Raznatovic, con acceso a los mejores banquillos de Europa. Puede suceder que cuando el Unicaja quiera activar la renovación haya resuelto su futuro...