La marea negra no ha dado la espalda al RETAbet Bilbao Basket. A pesar del descenso a la LEB Oro los aficionados mantienen de manera casi íntegra su fidelidad al equipo confirmándose como el activo más valioso del club. Los 6.680 seguidores que se dieron cita en el debut en la nueva categoría ante el TAU Castelló dejaron clara muestra que los MIB nunca caminarán solos.
Según los datos ofrecidos por la entidad se mantiene un 96% de los socios y abonados respecto a la pasada temporada, un total de 4.979 sobre los 5.225. Javier Barcala, director general, y Carlos del Campo, tesorero, desvelaron también en una reunión con los medios de comunicación que la cifra de patrocinadores es de 25, solo uno menos que en la campaña 2017-2018.
Del Campo subrayó que esta temporada el principal objetivo es "resolver el problema económico" por encima incluso del ascenso a la ACB. "Entre las dos opciones elijo quitarnos la deuda, porque vamos a subir tarde o temprano. Si hiciéramos doblete sería una gozada, pero el club puede sobrevivir en LEB", apuntó el consejero.
El Bilbao Basket, que mantiene una deuda cercana a los seis millones y medio de euros, la mayoría con la Hacienda Foral de Bizkaia, entró el pasado mes de junio en un proceso consursal que confía en concluir "en marzo o abril".
Los rectores, además, pidieron "disculpas" a los aficionados por la "desatención que pudieron sentir en verano". "Entramos en un pequeño colapso institucional. Somos conscientes de que no hemos atendido a la gente como es debido y nos sentimos responsables de esto que ha ocurrido. Hemos estado un poco desaparecidos. El club tiene que mejorar en cuanto a estructura y sistemas de atención al socio", admitió Del Campo.