Tras la lesión de Carlos Suárez, desde el Unicaja se tomó la decisión de no fichar a ningún jugador de forma temporal para cubrir la baja del capitán durante las semanas que no podrá contar con el madrileño, que se calculan entre cuatro y seis, según evolución. La solución de Luis Casimiro ha sido la de utilizar a Dani Díez como ala-pívot, pero los resultados no han sido los más satisfactorios en los dos encuentros disputados en estas circunstancias.
Y no es culpa directa del alero cajista, cuyo rendimiento y entrega han sido ejemplares. Pero ha quedado constatado que tanto el Baskonia como el Delteco GBC supieron ver la debilidad y la intentaron explotar. Ante los vitorianos el poderío del rival en la pintura se hizo manifiesto y poca capacidad de respuesta presentó Unicaja, pero en el último encuentro en San Sebastián se pudo observar que la consigna era clara.
La pizarra del técnico del Delteco GBC mostró claramente la intención de vaciar la zona cajista para buscar un uno contra uno del jugador que estuviese defendido por Dani Díez. Así, Burjanadze hizo mucho daño durante el primer tiempo, en el que además el madrileño debió jugar muchos minutos por el habitual problema de Wiltjer con las personales.
Durante el segundo tiempo el Unicaja supo enmendar errores y proteger más a su compañero. Con una defensa más ordenada y junta, Díez pudo verse más protegido y realizar una defensa de anticipación, algo donde un jugador más pequeño puede sacar ventajas sobre otro de mayor corpulencia. Y así fue como logró el propio jugador cajista dos robos de balón que a la postre fueron fundamentales para romper el partido a favor del conjunto malagueño en el último cuarto.
Llega un mes de enero decisivo para el Unicaja. Se juega el Top 16 de la Eurocup y sus opciones de ser cabeza de serie en la Copa del Rey. Y todo ello sin poder contar casi con toda seguridad con Carlos Suárez. Los rivales conocen este púnto débil y buscarán explotarlo, ¿encontrará Casimiro diferentes alternativas para suplir la ausencia del capitán?