Miguel Ángel Moreno
Madrid, 9 ene .- La derrota de este martes en la Liga de Campeones europea ante el JDA Dijon francés dio la puntilla a un Montakit Fuenlabrada en crisis, recién caído a los puestos de descenso de la Liga Endesa, en un momento "irreconocible", en palabras de su entrenador, el argentino Néstor García.
La derrota en casa y por 59-73 ante un conjunto que no es superior por talento al Fuenlabrada (al que ganó en la ida en Francia por 85-87) pero llegó a ir ganando de 25 tantos, es la última muestra de la mala situación de un equipo que encadena siete derrotas consecutivas entre Liga Endesa y 'Champions', y otras siete solo en esta competición, desde octubre cuando ganó en Dijon.
Un Fuenlabrada que ha pasado de verse en una cómoda zona media de la clasificación tras ganar al Baxi Manresa el 9 de diciembre (94-89), undécimo a un triunfo de los ocho puestos de cabeza y con uno de ventaja sobre el Movistar Estudiantes con el que compite por la plaza madrileña de la Copa, a verse ahora en el descenso.
En este periplo, el Fuenlabrada ha encajado derrotas inapelables fuera de casa en Murcia (75-65) y Gran Canaria (91-75), pero especialmente dejó escapar dos duelos en casa claves ante San Pablo Burgos y Cafés Candelas Breogán en los que el Fuenlabrada fue siempre por detrás ante los burgaleses (80-89), mientras que ante los gallegos su reacción permitió forzar dos prórrogas pero no ganar el partido (95-98).
Un diciembre para olvidar no mejorado en enero, donde el equipo sigue acusando muchos problemas en el rebote que generan muchas segundas jugadas a los rivales -pese a que el recién fichado pívot serbio Viacheslav Kravtsov ha añadido intimidación-, tiene perdida la intensidad defensiva que era clave el curso pasado, y no cuenta con argumentos en ataque más allá del escolta mexicano Paco Cruz y de Marc García, y añora al tirador croata Marko Popovic, lesionado.
La mala imagen dada por el conjunto madrileño en un partido europeo para el que no tenía muchas expectativas, ya que su pase a los octavos de final ya estaba francamente complicado antes de la derrota ante el Dijon -que le deja último del grupo, aunque empatado a tres con los tres anteriores, todos a dos de la cuarta plaza-, supone una espita más en esa deriva.
Especialmente doloroso fue el tercer cuarto del partido del martes, en el que el Montakit solo fue capaz de anotar una canasta en juego y un tiro libre para un escandaloso parcial 3-20, se mostró como un conjunto blando en defensa y sin ideas en ataque, más allá de los intentos de jugadas personales o triples.
"Irreconocible mi equipo, por actitud. Yo no viví esto el año pasado, este año podremos haber jugado mal, pero hoy no usamos nuestro físico, ofensivamente jugamos muy mal el tercer cuarto, a la hora de tirar sentí que el balón pesaba 30 kilos, algo que la verdad, nunca me pasó", manifestó Néstor García tras el encuentro.
El entrenador argentino aseguró que no teme por su puesto -"el baloncesto no me da miedo, es un trabajo y un placer", dijo-, admitió como normal el descontento de los aficionados porque el equipo "no les está dando nada" y advirtió que el duelo de Liga Endesa del próximo sábado en el Fernando Martín contra el Monbús Obradoiro será para ellos "como la final de un Mundial".
La 'final' tiene que ver tanto con romper la mala racha, como con intentar salir de los puestos de descenso y con exprimir sus opciones de llegar a la Copa del Rey por la plaza madrileña, lo que les obliga a estar por delante de un Movistar Estudiantes de dulce, con sus dos victorias seguidas ante UCAM Murcia y Real Madrid.
Con dos jornadas para el corte copero, el Fuenlabrada recibirá en casa al Obradoiro y tendrá que visitar al Iberostar Tenerife, que también persigue una plaza aunque podría lograrla ya en Murcia; mientras que sus vecinos del instituto madrileño Ramiro de Maeztu viajan a Málaga y recibirán en casa al colista Gipuzkoa.
El Fuenlabrada tiene que conseguir una victoria más que las que tenga el 'Estu' o recuperar los 22 puntos de balance entre puntos encajados y recibidos que les distancian (-82 del Estudiantes, -104 del Fuenlabrada) si quiere estar en la Copa.
Y por encima de todo eso -hay quienes en la hinchada reflexionan sobre el poco sentido que tiene que equipos de la zona baja vayan a la Copa solo por ser de la ciudad organizadora- necesita recuperar sensaciones de equipo y alejarse de la zona de peligro, principal objetivo para la entidad en cada temporada.