A escasos metros de su barrio, en la ciudad en la que echó los dientes, Jaime Fernández mirará a uno de los puntos cumbres de su carrera. Su figura crece de forma constante y el madrileño no sufre vértigo en cada salto que emprende su trayectoria. Del Estudiantes al Morabanc Andorra y del Principado a Málaga. Una carrera en línea ascendente para con 25 años confirmarse como uno de los puntales del Unicaja. Un momento donde confluyen su madurez física y mental tras casi una década en la élite.
"Es el termómetro, cuando está bien su equipo brilla", decía Vidorreta piropeando al escolta. Curiosamente, el técnico le puso la pasarela en una Copa del Rey. Paradójicamente, la única que disputó. En 2013 viajó a Vitoria, donde disputó un partido en el que anotó cinco puntos y repartió cinco asistencias en 17 minutos. El Valencia Basket, finalista, pasó por encima de los colegiales. Seis años después la metamorfosis es relevante. Un camino donde se convirtió en el mejor nacional de la Liga Endesa. Una batalla titánica que mantiene con Javi Beirán, les separa 0.1 de valoración lo que da alcance de la lucha, que estará en la otra trinchera este jueves.
Jaime está haciendo en el Carpena los números más relucientes desde que abrazó el profesionalismo. Un rendimiento que evidencia la sobresaliente e importante apuesta del club de Los Guindos por él el pasado verano. Ahora el escolta es uno de los iconos de la liga y no es casualidad que sea una de las imágenes de la Copa. Madrid espera una versión notable de '3' cajista, que llega lanzado. Recuperó el tono físico tras una torcerdura de rodilla que le quitó nervio en la pista. El tiro decisivo ante el Madrid y su aparición en el último cuarto ante el Manresa parecen el mejor ejemplo de su estado de confianza. "Con ganas de vivirlo", decía el protagonista en el 'Media Day' de este martes, aunque se quitaba presión: "Pretendo ayudar al equipo, lucirme no lo sé. Pretendo hacerlo lo mejor posible".
Sus números evidencian las sensaciones que emite sobre la madera. Segundo mejor jugador de la Liga Endesa, sólo Dubljevic valora más, igualmente destaca en otras muchas facetas. Su huella en pista siempre es positiva para su equipo, siendo el noveno con mejor impacto en la ACB. Jaime es un anotador de probada eficacia, tiene una gran lectura del juego y es un defensor solvente. Un torrente de energía que además demostró ser útil en los instantes cúspide de los encuentros. El estilo de Luis Casimiro le viene como un guante, es el mejor exponente de ese baloncesto vertigionoso, pero que no cae en la inconsciencia.
Su crecimiento no pasa desapercibido. Su condición de cupo le da valor añadido para ser una pieza aún más jugosa en el mercado. También su cartel de internacional. Imprescindible para Scariolo en las ventanas, un dato lo refleja. Con Quino Colom y Sebas Sáiz, del Iberostar Tenerife, contó en los 12 partidos que componen el camino a China. También estará en los que ponen el broche, pese a que el pasaje esté certificado. Hace méritos para colarse en un Mundial que entiende de rendijas estrechas. Pocos escaparates parecen más idóneos que una Copa del Rey. El momento Jaime.