Brian Roberts es uno de los líderes de este Unicaja. En la pista puede compartir protagonismo, fuera de ella es la punta de lanza sin ninguna duda. Una piedra angular en los planes de Luis Casimiro. Un dato lo evidencia, es el jugador que más minutos disputó en los 37 partidos que jugó el equipo malagueño. Un base cerebral, pero también con puntos en las manos. Precisamente esta segunda virtud es la que debería exhibir, a pesar de que promedia 10 puntos, en este tramo crucial de la temporada.
La lesión de Jaime Fernández, que hablaba sobre sus primeras sensaciones, amplía su radio de acción. El de Ohio deberá asumir una porción importante del protagonismo que tenía el escolta madrileño. Alternará el 'uno' y el 'dos', donde el técnico le puede utilizar, por lo que su ratio de minutos crecerá. Roberts, que hasta ahora se encargó más de que fluyera el juego, tiene que dar un paso al frente. El Unicaja ha perdido ese desborde que abría las defensas. No es tan explosivo como el madrileño, pero sí tiene otras herramientas para desnivelar en la parcela ofensiva. Tras la decepción copera, se espera que su experiencia, acumula en sus piernas más de 300 partidos en la NBA y otros tantos en el primer nivel europeo, sea capital. El descanso de las ventanas FIBA le puede venir bien para cargar pilas.
No sólo recaerá en él el protagonismo. Otro jugador al que apuntan los focos es Boatright. El estadounidense terminó su periodo de acople y la lesión de Jaime le abre una puerta. Es la pieza, con lógicas diferencias, más similar al '3' verde en su juego. Puede imprimir ese vértigo necesario y además tiene la visión para dividir y que finalicen otros. Que a Alberto Díaz aún le falten semanas para reaparecer le da un rol capital en un instante de alta dificultad. El contexto es idóneo para que el de Illionis muestre sus virtudes ofensivas, donde cuenta un amplio catálogo.