Desolador el Unicaja en el Buesa Arena. El Baskonia pasó por encima de un equipo malagueño que exhibió una defensa vergonzante, la peor de la temporada, en un partido de suma trascendencia. En la lucha por consolidarse en el vagón de primera clase en la Liga Endesa, pero también por los dos duelos cruciales ante el Alba que vienen. Un tramo de máxima importancia en el que los de Luis Casimiro aterrizan en uno de los puntos bajos de la temporada. La sensación es que el fondo está cerca. A la decepcionante eliminación copera le sigue esta dura derrota. Y el martes comienza una eliminatoria sin retorno.
Se plantó el Unicaja con una mentalidad óptima en Vitoria. Salió autoritario el equipo malagueño, que gobernaba el partido. Dominaba en todo, especialmente en el acierto, que permitía abrir brecha. Un ataque fluido que encontraba a Wiltjer, que exhibía muñeca de seda. Una delicia de ver en esos momentos, un jugador del que no hay discusiones de su talento ofensivo. 14 puntos con su firme estiraban (8-22). Los cajistas avasallaban desde fuera, con un sobresaliente 7/11 en triples.
El Baskonia subía varios peldaños la intensidad atrás y las tornas cambiaban. Los de Casimiro acumulaban despistes en su canasta y los vascos volvían al partido (30-30). A lomos de un acertado Diop. El espigado pívot se imponía a Shermadini y daba puntos fáciles. Los de Perasovic habían tejido una red en su aro, donde el Unicaja carecía de desborde, precisamente lo que le fluye natural a Jaime Fernández. Los ataques previsibles favorecían a unos locales que encontraban autovías al otro lado del campo. 35 puntos en 10 minutos hacían imposible competir a los malagueños. Se había caído el cuadro cajista a merced de los vitorianos, que amagaban con romperlo al descanso (51-43). Sólo el triple daba una vida más (10/17).
Estaba desintegrado al Unicaja, justamente en uno de los momentos cruciales de la temporada. Asoma el Alba y el panorama es preocupante. Salió del descanso como entró. El Baskonia campaba a sus anchas, con una facilidades impropios del primer nivel. El saque de Voigtmann de un campo a otro a Shields, un martillo, era la prueba más fehaciente de una desastrosa defensa verde. Los locales se gustaban (67-50, 73-56). Casimiro tocaba teclas con una zona 3-2 y cinco puntos de Milosavljevic, siempre competitivo, inquietaban. Aún así no ponía dique atrás a las acometidas azulgranas, por lo que el equipo cajista volvía a encajar 35 tantos. Sólo la mejora ofensiva abría una mínima esperanza (86-77), que ya era una noticia positiva.
Un percepción irreal. Pronto se diluyó cualquier castillo. Un parcial de 15-3 desbarataba cualquier opción y servía en frío un panorama desolador. Había algún resquicio de orgullo para maquillar un partido que puede dejar cicatrices serias con el Alba en menos de 48 horas. Media temporada en el tablero y el Unicaja con numerosas dudas. Berlín ofrece una oportunidad de redención inmediata, pero cuesta creer que en tan poco tiempo se puedan ofrecer versiones diametralmente opuestas. En la mano del equipo está opacar este punto negro.
Ficha técnica:
Baskonia 112 (16+35+35+26): Vildoza (12), Shields (18), Garino (16), Voigtmann (18), Poirier (18) - cinco inicial - Huertas (6), Jones (4), Hilliard (9), Diop (11).
Unicaja 95 (25+18+34+18): Boatright (9), Waczynski (5), Milosavljevic (15), Wiltjer (23), Lessort (15) - cinco inicial - Roberts (7), Salin (6), Díez (4), Suárez (7), Shermadini (4), Okouo (-).
Árbitros: Conde, Perea y Zamorano. Eliminados: Poirier.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 21 de la Liga Endesa disputado en el Buesa Arena (Vitoria) ante 9.721 espectadores.