El Unicaja visita este sábado al Herbalife Gran Canaria (20:30, hora peninsular, Movistar Deportes) en un partido donde se encuentran dos necesidades, bien distintas en la situación, pero urgentes en ambos casos. El conjunto canario se encuentra cerca de los puestos de descenso y necesita remontar el vuelo, algo parecido al cuadro cajista, que tras caer en la Eurocup debe enderezar el rumbo en la Liga Endesa para luchar por la cuarta plaza y no ver amenazada su posición entre los ocho primeros. Se enfrenta Luis Casimiro al que fue su equipo la pasada temporada y donde logró el éxito de meterlo en la Euroliga.
El Unicaja se encuentra en la quinta posición, con 14 victorias, las mismas que el rival que le precede, el Valencia Basket. Pero el noveno clasificado está únicamente a tres triunfos de distancia. Además, necesita encontrar buenas sensaciones para levantar el ánimo tras la derrota del pasado miércoles ante el Alba Berlín que supuso su eliminación en la Eurocup.
Por su parte, el Herbalife Gran Canaria vive una temporada contraria a lo esperado. Un año de ensueño con su debut en Euroliga se ha transformado en pesadilla, viéndose en la jornada 22 con sólo 7 triunfos, uno más que los puestos de descenso. Esta semana llegó al banquillo Pedro Martínez, el tercer entrenador que dirige a los amarillos esta campaña. Al menos, logró romper la racha de diez derrotas consecutivas que acumulaba el equipo con Víctor García tras superar al Darussafaka turco.
En la ida, el Unicaja se impuso por 89-76, en un partido donde la gran estrella fue Jaime Fernández. Necesita el equipo malagueño encontrar alguien que coja la bandera del madrileño. Sasu Salin debe dar ese paso en ataque, como ya hizo el pasado miércoles en el Mercedes Benz Arena, con su 5/8 en triples. El finlandés, obligatoriamente bien respaldado por sus compañeros, puede ser el abrelatas del equipo.
Especial atención debe poner el Unicaja en su propio aro. El Herbalife Gran Canaria es el tercer equipo en cuanto al rebote ofensivo en la Liga Endesa. No ha sido la mayor virtud de los cajistas el lograr evitar las segundas opciones de sus rivales, por lo que toca aplicarse para que este hecho no se convierta en una sangría en este encuentro.