El Movistar Estudiantes buscará en su visita al San Pablo Burgos una victoria que le permita tener un final de curso tranquilo, alejado de los puestos bajos de la clasificación.
La victoria ante el Cafés Candelas Breogán, un rival directo, en la última jornada, ha supuesto un gran impulso de cara a este deseo y a la posibilidad de seguir mirando hacia arriba, aunque cada vez que el equipo ha tenido opciones de mejora no las ha podido materializar.
El buen rendimiento del equipo en general en la victoria ante los lucenses y la concentración durante los cuarenta minutos del choque, con una buena defensa incluida, hace que los estudiantiles puedan volver a aspirar a un final tranquilo y a algo más.
"El equipo tiene que demostrar dónde quiere estar y cómo quiere acabar. O si quiere mirar hacia arriba", dijo el entrenador Josep María Berrocal en la previa.
El equipo madrileño tiene clavada la espina de haber sido eliminado a las primeras de cambio en la Liga de Campeones de Baloncesto de la FIBA y ese sonoro tropezón ha podido ser la causa de la gran irregularidad a lo largo de la temporada.
Ahora el primer objetivo colegial es conseguir la permanencia y después intentar subir en la clasificación tanto como sea posible, por si pudiera volver a tener plaza europea la próxima temporada.
La vuelta de Víctor Arteaga permite una rotación más a Berrocal, entre los hombres altos, que sólo tendrá la baja de Alessandro Gentile, toda vez que los problemas en el tobillo del pívot Shayne Whittington parecen haber evolucionado de forma favorable.