El técnico del Unicaja Luis Casimiro ofreció durante la rueda de prensa previa al encuentro ante el Valencia Basket de mañana (20:30 horas, #Vamos) amplias explicaciones sobre la situación de Carlos Suárez, que se lesionó ante el Breogán tras haber sido duda para jugar durante la semana. El manchego quiso matizar que no se corrieron riesgos con el estado físico del capitán.
Según el entrenador cajista, Suárez no llegó al partido entre algodones, sino que había podido trabajar sin problemas los días antes: “Entrena jueves y no tiene molestias, entrena viernes en un entreno de bastante carga y no tiene molestias, entrena sábado y no tiene. Él se encuentra bien, ¿por qué lo vamos a parar? Si lo llegamos a saber y nos hubieran iluminado sí lo hubiéramos parado. Entrena bien y con buenas sensaciones, se encuentra bien y juega el partido en Lugo que es tan importante o más como lo es el siguiente”.
Casimiro entró en mayor detalle sobre la situación de su jugador durante el parón, donde tuvo una microrotura en el bíceps femoral de su pierna derecha. “Carlos lleva entrenando desde el jueves pasado. Hizo la primera semana la readaptación, donde hace trabajo más intenso de lo que va a ser el partido con el preparador físico. Desde el jueves entrena con normalidad, jueves, viernes y sábado. Está preparado perfectamente, sin ninguna molestia. Durante el partido se siente mal, tiene gestos raros. Está haciendo un partidazo y en un momento determinado pide el cambio. Pide el cambio alterado. El trabajo previo había sido bueno y si él no está al 100% no lo metemos”, argumentó.
Pese a sufrir molestias en el primer tiempo, salió titular tras el paso por vestuarios. Según Casimiro, para probarse: “Se hace un estudio en el momento sobre su dolencia de la que se queja en el primer tiempo. Se queja pero baja a defender, vuelve a atacar y pide el cambio. Se le hace un estudio durante el descanso y pensamos que puede volver. Por eso sale en el cinco inicial probando que pudiera estar más caliente. Cuando le sigue molestando lo quitamos del campo y no vuelve a intervenir porque no se le había ido la molestia”.
Lo cierto es que los problemas siguen para el capitán cajista, al que las lesiones le llevan torturando los últimos cuatro meses que, entre caídas y recaídas, no ha podido tener continuidad en pista, algo que está pagando el Unicaja al no poder contar con un jugador muy importante.