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El Carpena no pasará una

Luis Casimiro, ante el Iberostar Tenerife (Foto: ACB Photo / M.Pozo).
A. R.

El Unicaja juega en casa este domingo ante el San Pablo Burgos (17:00 horas). Tras las dos derrotas acaecidas durante la semana en las visitas al Breogán y al Valencia, ambas dejando malas sensaciones (y algún que otro sonrojo), se espera que el ambiente en el Carpena esté enrarecido. Razones tiene la afición para dictar sentencia sobre los que ellos consideran culpables de la situación que atraviesa su equipo.

La derrota cabe en el deporte, pero los modos pueden doler más que el resultado. Y las formas que ha mostrado el Unicaja en los dos encuentros no han sido las mejores. Ante un equipo en descenso como es el gallego jugó un muy mal partido, viendo como no era capaz de ganar un partido importante para mantener la cuarta plaza. Esa posición se la juega con el Valencia Basket, equipo al que visitó el pasado miércoles. Y el Unicaja abandonó la pista de La Fonteta derrotado, apabullado y humillado. Cayó por 39 puntos ante un rival directo, mostrando una preocupante falta de carácter, de alma. Rozaba la desidia la actitud de muchos jugadores, algo que no suele perdonar el aficionado.

Todos señalados

Tampoco hay mucho convencimiento en la figura del entrenador. Señalado por parte de la afición desde hace tiempo ante los problemas que arrastra durante todo el curso el Unicaja sobre todo en el rebote y en la defensa, Luis Casimiro no consiguió despertar a su equipo del aletargamiento que mostraba en pista y fue incapaz de sacar variaciones para cambiar el ritmo es un acicate para sus detractores.

Este domingo en el Carpena incluso las quejas pueden volverse al palco. El discurso conformista que se ha escuchado desde los estamentos del club, sobre todo en la reunión del director deportivo Carlos Jiménez con la prensa, muestran poca ambición, sentimiento que se traslada a la pista. Los mejores años llegaron a Málaga cuando desde la entidad se era atrevido y se luchaba por lo máximo, y ese sentimiento es necesario que vuelva para que el Unicaja recupere el estatus que consiguió ganarse en el baloncesto español y europeo. El Carpena no va a perdonar una el domingo. De hecho, es probable que haya pitada previa al equipo por la crisis de juego y resultados.

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