El pívot americano Jack Cooley, que jugó en el Unicaja en la temporada 2015/2016, ha decidido coger la maleta y marcharse a jugar a la liga japonesa. En el día de ayer se anunció su llegada al Ryukyu Golden Kings de la primera división, una vez que finalizó su vinculación con el Dinamo Sassari italiano.
A pesar de sólo estar en Málaga unos meses, ya que aterrizó en diciembre de 2015 como sustituto de Germán Gabriel, Cooley fue capaz de hacerse un hueco en los corazones de los aficionados del Unicaja. Sin grandes dotes físicas ni técnicas, destacaba por su gran entrega e intensidad, lo que le convirtió en un jugador importante en la cancha para su equipo, pues generaba un ambiente que insuflaba motivación a sus compañeros. Logró hacerse un hueco en la rotación, finalizando aquella temporada con una media de 14 minutos jugados, con seis puntos y cuatro rebotes obtenidos por encuentro.
Tras dejar la Costa del Sol, se fue a jugar a la liga alemana, al Ludwigsburg. Tras una temporada allí, prueba a volver a la NBA, pero tras un periodo en los Sacramento Kings, decide retornar a Europa, viajando en esta ocasión a Italia, para enrolarse en las filas del Pallacanestro. El verano pasado volvió a cambiar de equipo, en esta ocasión permaneciendo en la Lega, fichando por el Dinamo Sassari.
Como viene ocurriendo durante toda la carrera deportiva de Jack Cooley, el americano no consigue permanecer dos temporadas en el mismo club. Conocido que no continuaría en el Sassari, hubo voces que pedían su vuelta al Unicaja, para que aportase esa garra que a veces faltó en la pintura verde. Pero el pívot ha decidido que su próximo destino tenía que ser una liga exótica, por lo que ha aceptado el reto de irse a jugar con el Ryukyu Golden Kings a la primera división japonesa.