Tres taronja proclamándose campeonas de un europeo. Un hecho histórico, si cabe más, por repetirse con respecto a la última competición europea, algo que no ocurría desde 1991. Y la triple presencia, no es casualidad. Dos de las tres jugadoras, han encontrado en su llegada a Valencia Basket lo necesario para exhibir su mejor versión, algo que les ha valido la oportunidad.
Los números de María Pina no engañan. La valenciana ha sido una de las referencias del equipo en su primera aventura en la Liga Dia. El hecho de ser clave le ha ayudado a vivir un torneo para el recuerdo. “La experiencia ha sido increíble, estoy muy feliz por cómo ha ido todo. Me siento privilegiada por haber pertenecido a este equipo. Mi temporada en Valencia me ha servido para estar aquí y llenarme de confianza. Me hace feliz que seamos 3 del club, y así se sientan orgullosos” decía.
Tamara Abalde compartía su opinión. “He disfrutado muchísimo del Eurobasket, ha sido un campeonato increíble, jugando realmente bien, yendo de menos a más como equipo, creciendo en los partidos clave. La experiencia y la madurez me han ayudado a vivirlo de otra forma, y lo he disfrutado como nunca. La gran temporada que hicimos con Valencia Basket me ha ayudado muchísimo, a estar en esa lista primero y a poder entrar en el equipo finalmente después, y vivir esa experiencia” comentaba.
El caso de Queralt Casas es diferente. La catalana, una habitual con la selección, acaba de aterrizar. Pero las ganas de vestirse de taronja se han incrementado tras el torneo. “Con Pina y Tamara hemos estado centradas, pero sí hemos hablado de Valencia y la verdad es que ya lo sabía, pero hablando con ellas creo aún más que voy a estar muy feliz allí, en la ciudad y en el club. Tengo muchas ganas. Ahora necesito desconectar, pero si pienso en Valencia, tengo muchas ganas de afrontar la temporada y volver a compartir pista con ellas. Ya lo hice con Pina en Zaragoza y estoy muy contenta de repetir ahora” explicaba.
Para ella la experiencia ha sido también muy especial. “Ha sido una muy buena experiencia, como cada verano que he tenido la suerte. Es un honor y un orgullo. Estamos malacostumbrándonos a ganar medallas, pero cada vez cuesta más y le damos más valor. Es una pasada” concluía.