Lisboa, 19 nov (EFE).- La jugadora musulmana de 13 años a quien un equipo de árbitros impidió jugar la semana pasada en Portugal porque portaba una camiseta de manga larga debajo de la oficial ha vuelto a la cancha con indumentaria reglamentaria que respeta los preceptos de su religión.,La adolescente jugó con sus compañeras un partido en Lagoa (sur) con el "equipamiento completo" y sin ningún impedimento para enfrentarse a la Associação Cultural e Desportiva de Ferragudo, según recoge la prensa
Lisboa, 19 nov .- La jugadora musulmana de 13 años a quien un equipo de árbitros impidió jugar la semana pasada en Portugal porque portaba una camiseta de manga larga debajo de la oficial ha vuelto a la cancha con indumentaria reglamentaria que respeta los preceptos de su religión.
La adolescente jugó con sus compañeras un partido en Lagoa (sur) con el "equipamiento completo" y sin ningún impedimento para enfrentarse a la Associação Cultural e Desportiva de Ferragudo, según recoge la prensa local.
La atleta jugó con cabello, piernas y brazos cubiertos por una licra que al tiempo respetaba el reglamento y sus preceptos religiosos, que establecen que las mujeres sólo pueden mostrar la cara, las palmas de las manos y los pies.
La diferencia con el partido que el equipo arbitral no le permitió disputar es que entonces llevaba una camiseta de manga larga por debajo de la vestimenta oficial, y no el equipo reglamentario para estas situaciones porque, según explicó una dirigente de su club, el CB Tavira, éste "no llegó a tiempo" para el encuentro.
La dirigente explicó que lo habían "encargado online" y hubo un pequeño retraso en la entrega, por lo que la adolescente recurrió a una camiseta de manga larga.
En el partido de este lunes estuvo presente el director de competiciones de la Federación Portuguesa de Baloncesto, José Pinto Alberto, quien aseguró que desde la institución no se discrimina, sino que se trata de respetar las reglas que "son conocidas por todos desde 2017".
Hacía así referencia a la modificación del reglamento de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) para permitir que los jugadores musulmanes puedan cubrir "cabeza, brazos y piernas", pero con determinada indumentaria.