La llegada de Darío Brizuela, un inteligente movimiento de cara al presente y al futuro, está moviendo el árbol en el Unicaja. Uno de los que tiene un pie y medio fuera del equipo malagueño es Aleksa Avramovic. El serbio llegó este verano pasado y firmó hasta el 2021, en una apuesta clara del club de Los Guindos por un jugador al alza y de un notable rendimiento en el Varese italiano. Descolló en pretemporada, pero no consiguió trasladar esa versión superlativa a la competición oficial. Se levantó un muro cuando empezó la Liga Endesa y la Eurocup. Ahora está muy cerca el acuerdo con el Movistar Estudiantes para que se marche cedido, como adelantaron Sur y Málaga Hoy.
En el conjunto madrileño debe tener los minutos que no le daba Luis Casimiro, con el que estaba fuera de la rotación. Lo cierto es que el balcánico estaba acelerado cuando estaba en pista e incurría en el error por querer producir mucho en poco tiempo. El entrenador estudiantil, su compatriota Aleksandar Dzikic, le conoce bien. También el panorama del equipo del Ramiro de Maeztu le favorece en parte, porque necesita líderes para salir de la mala situación deportiva en la que vive. Marcha colista y aunque se reforzó con el estadounidense Toney Douglas, aún no le da para salir de la zona baja. Va a rellenar el importante hueco que deja Brizuela desde su llegada al Carpena.
Se quiere mantener en el Unicaja el vínculo con Avramovic, un escolta que necesita adaptarse a un nivel más exigente. Tendrá más oportunidad de fallar en Madrid, si es que se termina de cerrar una operación casi hecha. En ese sentido, no hay queja alguna con la ética de trabajo y la predisposición del serbio, que no dejó de trabajar pese a la situación. Jugó 19 partidos hasta el momento. En ACB sus números son de 4.4 puntos (31% en triples), 1.4 rebotes y 0.6 asistencias para 2.4 de valoración en casi 11 minutos. En la Eurocup, de 5.6 puntos (21% desde el triple), 1.2 rebotes y 0.6 asistencias para 3.2 de valoración en 13 minutos.