Ganar perdiendo (103-93)

Dignísima derrota del Unicaja ante el Barça en los cuartos de final de la Copa del Rey. El equipo de Fotis Katsikaris compitió a un altísimo nivel durante 45 minutos y mantuvo el tipo hasta el final tras un primer cuarto descomunal en el que llegó a dominar por 20 puntos. Miraron a los ojos al oso y le aguantaron la vista hasta las últimas exhalaciones de una prórroga forzada por Abromaitis. A destacar la exhibición ofensiva de Brizuela (33 puntos) y una dirección magistral desde el banquillo de Katsikaris, que acabó descalificado por un tremendo enfado con algunas técnicas y decisiones arbitrales controvertidas, especialmente la acción que forzó la prórroga, un 2+1 no pitado. Fue un sueño de calidad. El Unicaja tenía tan poco que perder en Madrid que compitió, disfrutó y asustó al Barça, llevándose de vuelta para Málaga los mejores minutos de toda la temporada y una base sobre la que construir y dar la cara en la única competición que le queda ya: la Liga Endesa.

El Unicaja fue absoluto dominador del primer cuarto desde el salto inicial. El alley oop de Guerrero nada más empezar era una declaración de intenciones y luego Brizuela cogió el yoyó para bailar la mamba, firmar una tarjeta inmaculada con 14 puntos y liderar un parcial de 0-14 (7-21, min.6). El equipo malagueño, imponente en eficacia y energía, triplicaba al Barça, pero se llegó a ir a 20 (9-29). ¡Dime que no estoy soñando! Dos triples culés, de Abrines y Westermann, acortaron a 15-29 al final del primer cuarto. La cara de Jasikevicius era un poema y sus voces leyéndole la cartilla a Kuric en los tiempos muertos, música para los oídos.

Era difícil mantener el nivel sobresaliente en el segundo cuarto. ¿Hasta qué punto es bueno un zarpazo tan tempranero ante un súper equipo como el Barça en un partido de Copa? El caso es que los culés se pusieron en marcha para tratar de darle puntadas a la brecha. Y lo consiguieron como una veloz hormiguita gracias a las canastas de Oriola, Higgins y Abrines, que desde las esquinas martilleó la canasta verde. El Barça, además, recuperó, corrió y defendió. Y el Unicaja se relajó y el aro se le hizo pequeño. Nzosa fue un as en la manga y aportó para nivelar en su precoz debut en la Copa. La mejor noticia para los dos equipos era que ambos llegaban con mucha vida al descanso (39-44).

Si alguien pensaba que la inercia en el volteo del calcetín del Barcelona iba a seguir en el tercer cuarto, se equivocaba. El Unicaja mantuvo el tipo a base de triples (sólo un fallo en el tercer parcial). Alberto, Brizuela, Suárez y Bouteille afinaron desde el perímetro y sólo Nick Calathes puso el oxígeno en el Barça. El base de Florida sostuvo a su equipo con 11 puntos en los peores momentos blaugranas y las rentas se mantuvieron en un pulso de vértigo con Brizuela. El tiempo pasaba y el Unicaja seguía por delante en una lucha contra el reloj, los miedos... y el oso (60-65, min.30).

Sin embargo, lo dulce se agrió en el inicio del último parcial. Un parcial de 7-0 que luego aumentó a 11-0 puso por delante al Barça por primera vez en el partido (69-68, min.33). El Unicaja había perdido cinco balones, apenas había mirado a canasta y el resultado de 73-68 forzó un tiempo muerto de Katsikaris. Su equipo estaba atascado, en el ya clásico bache, y cuando parecía KO resucitó con una zona y un parcial de 0-10 que lo reenganchó en el partido con Brizuela en modo estelar (79-80, min.38). El último minuto empezó con empate a 84. Mirotic, desaparecido, anotó un triple. Jaime, de dos. Mirotic de uno. 17 segundos y bola para Unicaja. 88-86. Abromaitis, colosal, dos que pudieron ser tres si se hubiera pitado falta (vídeo inferior). Y prórroga (sin Alberto, eliminado, ni Suárez, lesionado). 88-88. Otros cinco minutos por delante.

La igualdad fue extrema en el inicio del tiempo extra. De poder a poder y con mucha puntuación desde el tiro libre. La Copa en estado puro: cansancio, emoción, estrategia con los cambios por las faltas... y polémica arbitral. Sólo faltaba el gentío, que no es poca carencia. Así, el Barça estuvo más entonado en los minutos decisivos y los últimos compases sólo sirvieron para sacar de quicio con razón a Katsikaris y para demostrar que este equipo tiene sangre, corazón y más cosas. Hoy ganó perdiendo.

103 - Barça (15+24+21+28+15): Calathes (17), Higgins (22), Mirotic (16) y Pustovyi -cinco inicial-, Oriola (5), Abrines (11), Davies (10), Westermann (5), Hanga (6), Smits (4), y Kuric (7).

93 - Unicaja (29+15+21+23+5): Díaz (9), Brizuela (33), Waczynski (10), Thompson (10) y Guerrero (10) -quinteto titular-, Fernández (7), Abromaitis (6), Bouteille (6), Alonso, Nzosa (4) y Suárez (5).

Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Carlos Cortés y Sergio Manuel. Eliminaron por faltas a Alberto Díaz y por dos técnicas al entrenador del Unicaja Fotis Katsikaris.

Incidencias: Última eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey de Madrid, disputada a puerta cerrada en el WiZink Center.