El Unicaja recibe este miércoles (20.30 horas) al PAOK de Salónica griego en la tercera jornada del grupo G de la Liga Campeones de Baloncesto (BCL), en la que buscará consolidar el primer puesto ante un rival histórico y en racha, con cuatro victorias consecutivas entre la competición europea y la Liga de su país.
El equipo malagueño, después de lograr una aplastante victoria en la pasada jornada de la Liga Endesa en el duelo andaluz ante el Real Betis Baloncesto (106-60), tiene la duda del escolta estadounidense Tyson Carter, que ya causó baja en el partido frente al conjunto bético por una amigdalitis.
El PAOK Mateco ocupa la tercera posición del Grupo G, con una victoria en su último partido ante el Dinamo Sassari italiano (88-68) y una derrota en la jornada inaugural frente al JDA Bourgogne Dijon francés (66-70).
En la Liga griega también es tercero en la clasificación, con un balance de tres triunfos y una derrota, y tras su triunfo del pasado fin de semana frente al Ionikos (82-78) acumula una racha total de cuatro partidos ganados. La última vez que perdió fue el pasado 8 de octubre, cuando cayó en la pista del Peristeri por (85-77).
El conjunto griego cuenta con varios jugadores estadounidenses que suelen ser los que mayor protagonismo acaparan en el juego, entre ellos el base Jalen Riley, quinto máximo anotador de la BCL con 22 puntos por partido, a los que añade cuatro rebotes y una asistencia para 16 de valoración en la competición continental.
Además, es una de las mejores defensas de la Liga de Campeones de Baloncesto, en la que es el segundo mejor equipo del torneo en recuperaciones, con 11,5 por encuentro.
Será la primera vez que ambos equipos se enfrenten en su historia y el séptimo equipo griego al que se medirá el Unicaja de Málaga, que antes ya jugó contra el Iraklis, Aris, Olympiacos, Maroussi, Panathinaikos y el Lavrio.
A pesar de ello, algunos jugadores han formado parte de ambos equipos, tres de ellos incluso durante la misma temporada.
El alero griego Kostas Vasileiadis, campeón de la Liga Endesa con el club andaluz en la temporada 2005-06, llegó al Unicaja procedente del equipo griego, en el que se formó y estuvo cedido durante ese curso para incorporarse en la fase por el título al cuadro malagueño. Posteriormente, regresó a Salónica en la 2008-09 y también en la 2015-16, un año después de haber jugado en Málaga de nuevo.
En dicha campaña 2005-06 hizo el camino inverso otro jugador, el ala-pívot kazajo Stanislav Makshantsev, que disputó siete partidos con el Unicaja antes de fichar por el PAOK para acabar esa temporada.
Fue otro jugador muy recordado por la afición malagueña a principios de siglo quien abrió la ruta entre ambos equipos, el pívot francés Frédéric Weis, que llegó a Málaga a mitad de la campaña 2000-01 procedente del PAOK y se convirtió en una pieza esencial para la conquista de la Copa Korac esa misma temporada.