La internacional española Alba Torrens volvió a jugar este miércoles en el encuentro de la Euroliga entre el Valencia Basket y KSC Szekszárd tras ocho meses sin disputar un partido por la guerra entre Rusia y Ucrania y por una lesión en la rodilla y firmó un notable regreso, con pocos minutos tal y como estaba previsto pero muy bien aprovechados.
Torrens, que entró en el choque en el segundo cuarto y fue clave para romper el bloqueo anotador con el que sus compañeras arrancaron, disputó 11 minutos en los que anotó 10 puntos, capturó tres rebotes y dio una asistencia.
Hasta este encuentro de la Fonteta, el último partido de Torrens era el del pasado 23 de febrero, cuando con el UMMC Ekaterinburgo se midió al MBA Moscú también en la competición europea. En ese choque disputó 19 minutos y anotó nueve puntos.
Fue el día antes de que Rusia invadiera Ucrania y provocará una guerra que aún dura. Pocos días después la embajada española en Rusia recomendó que se abandonara el país, algo que Torrens hizo el 4 de marzo sin haber vuelto a jugar en medio ningún otro encuentro.
La jugadora regresó a Mallorca y a principios de mayo se anunció su fichaje para esta temporada por el Valencia Basket, que ya la había pretendido un año antes. Después, Torrens fue convocada por la selección española y estuvo concentrada varias semanas con sus compañeras pero no participó en ninguno de los cuatro amistosos que disputaron.
Aquejada de una lesión en una rodilla, Torrens no arrancó la pretemporada con su nuevo equipo a finales de agosto ni se pudo unir a los entrenamientos más adelante como se esperaba. De hecho, se perdió el inicio de la Liga, la Supercopa y también el arranque de la Euroliga.
Ahora la alero de 33 años ha iniciado una incorporación progresiva en la que ya se ha unido a los entrenamientos grupales del equipo y que le ha permitido contar con sus primeros minutos en competición tras más de ocho meses.