El Real Madrid no levanta cabeza. Este jueves, en Milán, sumó su quinta derrota en cinco partidos como visitante en la Euroliga. Los italianos se impusieron por 85-76, después de un arranque del último cuarto pésimo.
Roto en Murcia el maleficio de los tropiezos a domicilio en la Liga Endesa, el conjunto de blanco afrontaba la cita en la ciudad italiana con el objetivo de lograr lo mismo en la elite europea ante un rival en crisis, en la zona baja de la tabla con un balance de 2-5 y humillado días atrás en la competición doméstica al caer en Trento por 91-57.
Las malas sensaciones no eran, sin embargo, el único problema de un anfitrión mutilado en la posición de cinco que encontró en sus bases el mejor recurso para suplir sus carencias en el juego interior. Así, doce de sus primeros catorce puntos los anotaron los directores de juego durante un tramo en el que los madridistas aguantaron el tirón, dejando muestras de solvencia en el rebote ofensivo.
Esa igualdad cambió con la entrada pista del ex madridista Fabien Causeur, tan motivado como efectivo. Cinco puntos suyos sin respuesta más un triple de Armoni Brooks dieron a los locales su primera ventaja seria, ocho puntos de renta que mantuvieron hasta el final del primer cuarto (24-16, m.10).
No cesó el castigo de un Milán muy fino en ese tramo, que tras salir de nuevo enchufado al parqué llegó a abrir su distancia hasta los quince de más. Acabó levantándose del golpe el cuadro de Chus Mateo con un 0-9 y la pegajosa defensa de Eli John Ndiaye sobre Nikola Mirotic, recuerdos de aquella decisiva en la Final a Cuatro de la Euroliga del 2023.
Pese a ello Neno Dimitrijevic tenía otros planes. El macedonio, ex del Joventut de Badalona y el Valencia Basket y MVP de la fase regular de la pasada liga rusa con el Unics Kazan, impulsó de nuevo al conjunto de casa con siete puntos hasta el descanso (47-40, m.20). Ese fue uno de los momentos más especiales de la noche, pues se aprovechó la pausa para homenajear al español Sergio Rodríguez, ex jugador de ambos equipos, tras su retirada.
Un 0-5 de salida acercó al bando español, pero no supo este sacar punta al momento. Sin ideas en ataque, de poco le valió que su buen trabajo atrás llevase a los jugadores milaneses a anotar únicamente mediante tiros libres durante los primeros seis minutos. Y cuando los de rojo empezaron a dejar más puntos en sus viajes a canasta, colapsó el Real Madrid.
El desastroso inicio del acto decisivo, con Zach Leday clavando triples sin demasiada oposición y celebrándolos con efusividad, terminó por destrozar cualquier esperanza de reacción y sacó de nuevo la peor cara del equipo español, que solo anotó tres puntos en cinco minutos a través de un acierto exterior de Serge Ibaka.
Esa negación en ataque se tradujo en una desventaja de 22 puntos insalvable para los de Chus Mateo, quienes al menos lucieron dignidad para acabar perdiendo 'únicamente' de nueve. Un consuelo menor que ni alivia ni arregla el hundimiento sin freno del plantel esta temporada lejos de sus aficionados.